viernes, 1 de octubre de 2010
Rithayworth
Por una ramita de romero que encendí para buscarlo, me dijeron, idiota, asi no se encuentra ningún amor.
Desde entonces remo sobre el lago por las noches, siempre a la misma hora. Y, sin ambición onerosa, espero que aparezca mi Victor Hugo con un tecito de amapolas para perdernos en el tiempo invesomil de Wells.
miércoles, 17 de marzo de 2010
De cuando los miedos y recuerdos ya no nos pertenecen
El olor del rayo
El destello del relámpago atravesó la ventana y salpicó de púrpuras y violetas la alfombra de profundo azul persa sobre la que jugaban mis hijas; y, el estrépito del trueno agitó todos los cristales de la casa en los que se refugió el rayo…
Las niñas corrieron a abrazarse de su padre. Las contemplé con la seguridad de que fingían estar más asustadas de lo que expresaban. Las vi como abrían desmesurados ojos y bocas, intentaban sus piros y gemidos tímidos, escondiendo sus mejillas en el pecho de mi marido, quien, no tuvo más remedio que hacer acopio de sus dotes histriónicas profundas pues sus gestos plácidos, de compostura y tranquilidad fueron tan rígidos, mecánicos que solo lograron engañar a las niñas. Yo sabía lo que una tempestad producía en él. Yo conozco la escena una y mil veces llorada de cuando su padre golpeaba a su madre con la brida del caballo allá en la hacienda de su niñez. Yo sé como ese sonido se sumó a sus miedos y lo enclaustró en la atmosfera helada de aquella tarde huracanizada que destrozó los ciruelos de la finca.
Los ojos lo delatan siempre. Pero, las niñas no vieron rodar la lágrima…
En ese humor de cristal líquido, desde la distancia, me vi yo misma reflejada, con mis ojeras violetas, mi bufanda lavanda y el terror a que descubrieran que no les creo, a que se revelara que no me importan sus exageraciones mimosas, que los desprecio por apartarme de sus teatros empalagosos, que se compruebe que jamás he amado; ni siquiera a mí misma. Que soy una mujer muerta, sin brillos, como los ventanales fríos pero empañados que nos separan de la verdad de esa luz que siempre viene de afuera y señala a los que fingen amar.
El destello del relámpago atravesó la ventana y salpicó de púrpuras y violetas la alfombra de profundo azul persa sobre la que jugaban mis hijas; y, el estrépito del trueno agitó todos los cristales de la casa en los que se refugió el rayo…
Las niñas corrieron a abrazarse de su padre. Las contemplé con la seguridad de que fingían estar más asustadas de lo que expresaban. Las vi como abrían desmesurados ojos y bocas, intentaban sus piros y gemidos tímidos, escondiendo sus mejillas en el pecho de mi marido, quien, no tuvo más remedio que hacer acopio de sus dotes histriónicas profundas pues sus gestos plácidos, de compostura y tranquilidad fueron tan rígidos, mecánicos que solo lograron engañar a las niñas. Yo sabía lo que una tempestad producía en él. Yo conozco la escena una y mil veces llorada de cuando su padre golpeaba a su madre con la brida del caballo allá en la hacienda de su niñez. Yo sé como ese sonido se sumó a sus miedos y lo enclaustró en la atmosfera helada de aquella tarde huracanizada que destrozó los ciruelos de la finca.
Los ojos lo delatan siempre. Pero, las niñas no vieron rodar la lágrima…
En ese humor de cristal líquido, desde la distancia, me vi yo misma reflejada, con mis ojeras violetas, mi bufanda lavanda y el terror a que descubrieran que no les creo, a que se revelara que no me importan sus exageraciones mimosas, que los desprecio por apartarme de sus teatros empalagosos, que se compruebe que jamás he amado; ni siquiera a mí misma. Que soy una mujer muerta, sin brillos, como los ventanales fríos pero empañados que nos separan de la verdad de esa luz que siempre viene de afuera y señala a los que fingen amar.
martes, 26 de enero de 2010
3ESPECTROS, EN CASA HUMBOLDT
Antibióticos
En Tres Espectros
Taller de apreciación y creación literaria
Apreciación, lectura y Análisis.
Si bien es cierto, la Fantasía es obligatoria para la creación literaria, en la Literatura Fantástica y sus subgéneros de Suspenso y horror encontraremos una serie de elementos que la configuran y construyen; identificándolos, nos servirán de herramientas para trabajar, entender, corregir, pulir, en fin, darle el acabado a la obra que el autor desee, con seguridad y conciencia de la calidad de su producto.
Los tres espectros de este Taller: Fantasía, suspenso y horror serán tratados en sendos módulos de siete sesiones (una semanal) cada uno. En cada sesión se leerá, discutirá y corregirá textos de los participantes y de escritores especializados en las temáticas. Para el análisis, se puede y debe identificar separadamente los elementos del texto, pero recordemos que el texto, producto literario, es un todo en el cual fondo y forma se van creando íntimamente ligados, palabra a palabra
En Tres Espectros
Taller de apreciación y creación literaria
Apreciación, lectura y Análisis.
Si bien es cierto, la Fantasía es obligatoria para la creación literaria, en la Literatura Fantástica y sus subgéneros de Suspenso y horror encontraremos una serie de elementos que la configuran y construyen; identificándolos, nos servirán de herramientas para trabajar, entender, corregir, pulir, en fin, darle el acabado a la obra que el autor desee, con seguridad y conciencia de la calidad de su producto.
Los tres espectros de este Taller: Fantasía, suspenso y horror serán tratados en sendos módulos de siete sesiones (una semanal) cada uno. En cada sesión se leerá, discutirá y corregirá textos de los participantes y de escritores especializados en las temáticas. Para el análisis, se puede y debe identificar separadamente los elementos del texto, pero recordemos que el texto, producto literario, es un todo en el cual fondo y forma se van creando íntimamente ligados, palabra a palabra
Requerimientos y objetivos
Para la conformación de Antibióticos en Tres Espectros, no se necesita ningún conocimiento previo, ni académico ni vivencial. Se requiere tan sólo de tolerancia interactiva y de disposición abierta y sincera para la contemplación y análisis de la obra, propia y ajena.
Esta reunión tallerística tiene por objetivos, dotar al participante de instrumentos y herramientas formales del proceso creativo, vocabulario analítico básico y las herramientas para confrontarse con criterio de análisis a la obra literaria y al producto propio.
El primer módulo “Lo Fantástico” iniciará el Viernes 26 de Febrero y tendrá una duración de siete sesiones hasta el 16 de Abril, con un costo de $70 (setenta) usd. Y se dictará en Casa Humboldt, Vancouver y Polonia
La coordinación del taller estará a cargo de Juan Carlos Cucalón del Campo, quien desde hace más de quince años vive un periplo entre la creación literaria y el arte conceptual. Dirige talleres de creación y de lectura, escribe crónica para Bittium, Diners y Soho entre clases de Historia y Apreciación Cinematográfica. Su fuerte es el Cuento que ya le ha dado, desde El Pablo Palacios y el Luis Félix López, algunos primeros premios. Performativamente ha sido, Diablo Vegetal, Andy Wharhol, El Rodaballo de Grass, La Dolorosa lotera y el Clítoris oráculo más grande de Guayaquil, entre otras propuestas.
Mayor información en
Casa Humboldt: 2236910 / 2548480
Vancouver E5-54 y Polonia
O llamar a JC Cucalón al 098727038
O contactar cultura@asociación-humboldt.org.ec
www.asociación-humboldt.cor.ec
www.oiishieldelicioso.blogspot.com
martes, 19 de enero de 2010
Todos se creen sabedores pocos viven LOGOS SAPIENTIS
Este texto jamas fue publicado, solamente leído en una conmemoracion hace ya varios años. Como el LOGOS no conoce de tiempo ahi va para los que quieran jugar a la SAPIENTIA
Asistente General
Erudix, ratón, el viejo y sabio bibliotecario de la municipalidad de Ratilandia, instruía al trío finalista de preselecionados en el concurso de méritos para ocupar el cargo de Asistente General de la reputadísima biblioteca a su cargo. La palabra impresa, decía solemnemente, es la Memoria del mundo. Sólo lo que se nombra existe. Únicamente lo escrito es Historia. ¿ Y, los cuentos de mi abuela, maestro?, preguntó Indagator, el más osado de los postulantes. Eso es tradición oral, leyenda, memoria de los antiguos, replicó el erudito roedor de bigotes largos, caídos y canos. La historia oficial debe ser registrada, impresa, salvada. ¡Disco duro, disco duro! entonaron los ratones aspirantes riendo. Disco duro, repitió el anciano y sonrió también.
Hace dos noches, empezó a decir Borgiano, recopilador del grupo, encontré un manuscrito nunca visto antes, que describe una leyenda antigua, olvidada, La peste humana. El texto narraba como un ratón pastor armado únicamente con su rondín rescató a la capital de los roedores de la invasión de los bípedos parlantes. A medida que el recopilador leía el texto sus compañeros se quedaron sin habla, sin palabra, impresionados por el descubrimiento. La historia era cruel y desalmada. Fruncieron sus hocicos y se rascaron las orejas meneando sus colas calvas en señal de sorpresa y reprobación.
El poder de la palabra. El Poder, pensó el bibliotecario alisando sus bigotes blancos atento y sin mostrar turbación. Cuando se hizo el silencio final, el sabio tomó el pergamino y de un tascón lo engulló íntegro. Los alumnos perplejos, mudos aún, abandonaron la reunión. El más joven, el que no preguntaba nada, Meditator, ese del que ni se notaba su presencia, se marchó reflexionando, Hay memorias que salvan pueblos, hay memorias que los matan.
El día que asumió su cargo el ratón asistente seleccionado colocó sobre su escritorio un rótulo con su nombre, función y epígrafe, MEDITATOR, ASISTENTE GENERAL, Memoria y discreción hacen la formula de la sabiduría.
Erudix, ratón, el viejo y sabio bibliotecario de la municipalidad de Ratilandia, instruía al trío finalista de preselecionados en el concurso de méritos para ocupar el cargo de Asistente General de la reputadísima biblioteca a su cargo. La palabra impresa, decía solemnemente, es la Memoria del mundo. Sólo lo que se nombra existe. Únicamente lo escrito es Historia. ¿ Y, los cuentos de mi abuela, maestro?, preguntó Indagator, el más osado de los postulantes. Eso es tradición oral, leyenda, memoria de los antiguos, replicó el erudito roedor de bigotes largos, caídos y canos. La historia oficial debe ser registrada, impresa, salvada. ¡Disco duro, disco duro! entonaron los ratones aspirantes riendo. Disco duro, repitió el anciano y sonrió también.
Hace dos noches, empezó a decir Borgiano, recopilador del grupo, encontré un manuscrito nunca visto antes, que describe una leyenda antigua, olvidada, La peste humana. El texto narraba como un ratón pastor armado únicamente con su rondín rescató a la capital de los roedores de la invasión de los bípedos parlantes. A medida que el recopilador leía el texto sus compañeros se quedaron sin habla, sin palabra, impresionados por el descubrimiento. La historia era cruel y desalmada. Fruncieron sus hocicos y se rascaron las orejas meneando sus colas calvas en señal de sorpresa y reprobación.
El poder de la palabra. El Poder, pensó el bibliotecario alisando sus bigotes blancos atento y sin mostrar turbación. Cuando se hizo el silencio final, el sabio tomó el pergamino y de un tascón lo engulló íntegro. Los alumnos perplejos, mudos aún, abandonaron la reunión. El más joven, el que no preguntaba nada, Meditator, ese del que ni se notaba su presencia, se marchó reflexionando, Hay memorias que salvan pueblos, hay memorias que los matan.
El día que asumió su cargo el ratón asistente seleccionado colocó sobre su escritorio un rótulo con su nombre, función y epígrafe, MEDITATOR, ASISTENTE GENERAL, Memoria y discreción hacen la formula de la sabiduría.
Esa carne que se han de comer los gusanos que se la coma algun cristiano
Carne non sancta
Durante la noche de Guápulo, frente a la puerta de la iglesia convento, surgió un pensamiento, la posibilidad de un sacerdote non sancto. El cura es humano y por lo tanto es débil, es carne que puede errar. La carne come carne; en el agua se pudre, en el aire se corrompe, en la tierra se infecta, sólo en el fuego se purifica.
Carne quemada es ofrenda y alimento, carne cruda es seducción es temptation. Así, en ingles la palabra tentación se construye con significado más sugestivo temp- tation.., temp-o: tiempo, temporada. Temp-estad, s-tation: estación. La tentación aparece casi como una fuerza de la naturaleza, un sutil estado del tiempo que es irrefrenable e invariable, que no se puede prever ni conducir, tan sólo asumir. Casi se podría decir que nada podemos contra ella. En español Tentar también quiere decir tocar, tratar, encontrar a ciegas, utilizar el tacto. Andar a tientas no es buscar la tentación, es la tentación misma. Cuando nos sentimos tentados la vida adquiere un matiz especial, prometedor. La tentación, ¿produce aventura? O, ¿es la aventura una tentación?
Mi primer sacerdote fue un juego de tentación y aventura. Una malcriadez diría mi abuela, un divertimento infantil, pervertida malicia, ¿tentaba yo al cura o el que estuviera allí para esa parroquia era suficiente incitación a pecar? Se me aparece la promesa del riesgo y el castigo; en el juego de la seducción, todos los jugadores usan la tentación como herramienta primordial. Hay que tentar al oponente, ¡como se le gana si no! A ver lo que recuerdo:
Siete y veinte y cinco de la mañana y yo cerraba la puerta de mi casa en san Marcos, me quedaban treinta y pocos minutos para llegar al edificio ministerial donde trabajé. Recto por la Junín hasta la Flores, a la derecha por la Espejo, zigzag y me paro frente a San Agustín. Aun me quedan diecialgo para una oración o simplemente para chequear los avances en la restauración de la torre de la iglesia, pero, pensando así aquel día de octubre del ochenta y pico entré por el baptisterio y, sin echarme la santiguada con agua bendita, me di de lleno con un curita nuevo que con los brazos en alto y acento de europeo hablando en español invitaba a los pocos feligreses congregados esa mañana a que se abrazaran para desearse la Paz del Señor.
No pude pacificarme. Esa mañana seguí de largo y con el sonido de su solicitud de paz me fui al trabajo. Pase todo el día decidiendo si era francés o suizo, porque ni italiano ni alemán. Griego, sueco o portugués no se me pasó por la cabeza. Resultaría luego francés, a la mañana siguiente; hasta salí más temprano, tentadísima, de mi apartamento. Al final de la segunda lectura, carta a los colosenses, El principio de todo, capítulo uno versículo quince.., Él es la imagen del Dios invisible.., en Él fueron creadas todas las cosas.., existe con anterioridad a todo.., en Él reside la plenitud. El beso fue sobre el libro, Palabra de Dios, pero yo lo sentí, incluso tibio, Te alabamos señor, sobre mi mejilla. La tentación había tomado la forma de sus labios pulposos como una frutilla, como sangre derramada por la paz.
Seguí yendo todos los días a tentarlo, a confundirlo, a hacerlo tartamudear y perder la marca de la hoja en el misal, a verlo ensudar el cáliz con sus manos temblantes, a señalarlo con la punta de mi lengua, a guiñarle un ojo, a enseñarle las uñas coloradísismas tamborileando sobre el filo del hilván de mi falda, a chuparme el índice, a mirarlo sufrir. Si alguien se dio cuenta, nadie se quejó. Allí cada quien atendía su propia tentación, no habíamos salvos; todos atrapados, todos esclavos. La libertad sacerdotal la entendí cuando visitaba el patio del claustro franciscano, pero ese fue otro cura, otra cura, ¿solución debería decir? Estaba confundida, una vez más quería ver a Poseidón en la fuente de alabastro y me encontré con Fray Bernardo el de las visiones del Hermano Sol. El nerviosismo del curita franco me contuvo, durante semanas me dedique sólo a morbosearlo, hasta que un día, a coste de llegar atrasada a timbrar la tarjeta de entrada, me puse en fila para la comunión.
Ardía Troya.., trastabilló cuando me vio en la hilera eucarística. Lo vi hurgarse entre los bolsillos, cambiar de mano a mano el cáliz, seguir rebuscándose bajo los hábitos y la sotana, hasta que se quedó quieto y empezó, El cuerpo de Cristo, y, Amén, le fueron respondiendo hasta que llegó mi turno, entonces, veloz y seguro metió en el bolsillo de mi solapa una pelotita arrugada de papel, hizo el ademán de darme la hostia pero en mi lengua no se posó ni siquiera su tibio pulgar acólito. Amen, dije y salí de la iglesia.
¿Alguien se espanta? Quizá. Abrí la bolita una vez sentada frente a mi máquina olivetti de margarita electrónica. La apreté de inmediato porque el subsecretarío y su asistente me sorprendieron llegando demasiado temprano con las prisas de siempre que les cogían cuando el presidente los puteaba pero que al medio día, luego del almuerzo, se disipaban y, vuelva la zamba al baile, y yo a pintarme las uñas y al papelito arrugado. Me llamo Maurice, te espero a las seis en la plaza grande.., en papel cuadriculado de libretita espiral de Paco.
Misteriosa estas hoy, ¿en que andas? Me preguntó la secretaria del despacho del ministro durante el almuerzo. Mucha risita coqueta al aire, mucho pelo suelto. Como que se te ha hinchedo el pecho, mijita. Es que me he levantado un curita europeo, no podía contestarle, ni modo, Me levanté contenta, dije. ¡Ah, buena noche!, con fruncida de labios y ceja levantada. ¡Que va! Las cosas que se le ocurren, Piedacita. Tuve un sueño bonito, en el que me veía de chiquita, eso fue todo. ¿Nada más? Nada más, Piedacita, sabe, yo tuve una infancia bien linda, mentí. Ha de ser, mijita, ha de ser. Monjas de mierda, me dije para adentro. Yo me vengaré de ellas en el Maurice. ¿Fue por venganza? ¿fue por arrechera? No sé, lo cierto es que esa tarde marqué tarjeta a las cuatro y cincuenta y regresé a la oficina a retocarme el maquillaje, a escarmenarme el pelo, enredarme el flequillo a lo Farrah Fawcett. Estuve tentada a sacarme el sostén pero no, preferí abrirme la camisa hasta el tercer botón desplegando el cuello sobre la solapa del uniforme y amarrarme el pañolón a la cintura para que el escote se viera profundo y la cadera más pronunciada. Eso sí, me quité los zapatos de taquito plano y me puse los negros de charol con taco de doce puntos que guardo siempre en la oficina para cuando los jefes me invitan luego del trabajo. A este cura le va dar un infarto cuando me vea. No, no le dio ni cuando en el restaurante le pasaron la cuenta.
Resultó que era francés, agustino, como correspondía; pero, estaba por irse del país y, claro como yo llevaba casi un mes haciéndole la broma y las morisquetas, el tenía el papel escrito desde hacía días, hasta que por fin me puse a su alcance y me lo dio. Puntual llegué a la plaza esa tarde aun cálida y clara, me paré en el atrio de la catedral mirando hacia el palacio arzobispal, tratando de tener vista de toda la plaza. El había llegado antes y me sorprendió por la espalda, Que pena haber perdido tanto tiempo, me dijo. Que importa, contesté, mejor tarde que nunca, no es la cantidad sino la calidad. Claro, y por eso sugirió el Hotel San Francisco, el más elegante del centro. No debí aceptar, por discreción, pero allí fuimos.
Vestido de cristiano casi no lo reconozco, la sotana, la casulla y la estola verde con lila que se ponía durante la misa disimulaban muy bien su abdomen con incipiente barriguita y le daban un aire bastante adulto. Lo mire de arriba abajo y pensé en quitarme el saco, botar los zapatos y amarrarme el pañolón en la cabeza, pero no había caso, el look de femme fatal estaba listo y nada lo desbarataría. Seguro que es menor que yo, me dije. Resultó que tenía veintiocho como yo. Llevaba unos zapatos azules de cuero griego, un jean oscuro, un saco de pana prusia con coderas de cuero negro sobre una camiseta de cuello muy ajustada de color lavanda con un coqueto pañuelo burdeos anudado bajo la barbilla.
Sea como fuera, la estampa resultaba llamativa caminando por el centro: la típica mona zorra burócrata que acaba de levantarse un turista muy fashion, pensarían algunos; la loca cajera del Pichincha con su amiguito gay van a tomarse un trago, para otros. Como sea al entrar al lounge llamamos la atención y reconocí algunas miradas, me hice la loca, no quedaba otra. No tuve la necesidad de plantearle mi prejuicio sobre su atuendo europeo que en el Ecuador de los ochenta no era nada más que mariconada vivita porque sus ojos decían todo lo que yo necesitaba, el casi no hablaba, la catarnica era yo. Su mirada milimétrica me tasaba, entraba y salía de entre mis tetas, sondeaba en espirales sobre mis pecas, se humedecía cuando sus dedos recorrían el dorso de mis manos, destellaba cuando yo pasaba la punta de mi lengua sobre los incisivos temiendo la mancha del labial, entonces el reía y sus ojos se apretaban en un tono más profundo que sus jeans reflejando aristas del lila claro de su camiseta, me recordaba a la mirada de Alain Delon aunque no se le parecía. Ni para qué decirlo, me tenia mojadita, mojadita.
Afortunadamente llegó el momento que me calló, Te parece si pido la adición. Yo me imaginé que era un combo de tragos y llegó la cuenta que pagué yo, resarciendo la canasta de la limosna que nunca cebé. A tu apartamento, decidió. Y sí, eso tocaba. No me expondría entrando a cualquier hotelucho. Tomamos el taxi y en la vía nos fuimos calentando más y más. Subimos casi corriendo y luego de la puerta me lanzó sobre el sofá y allí me desnudó con la presteza que se bendice un denario o una estampa de comunión. Yo no alcanzaba a desanudarle el pañuelo del cuello y el ya me estaba volteando para lamerme la espalda mientras magreaba mis nalgas. Todo un experto.
Le pedí que fuéramos al dormitorio y, terminando de desnudarse frente a mí me dijo que no, Las camas no me excitan. Me levantó en sus brazos de abundante vello oscuro sobre piel blanquísima y fornida apretándome a su pecho de orangután albino y me extendió como ofrenda episcopal sobre la mesa de comedor. Eres mi cordero, eres carne y sacrificio... Me sentí pura y bandida, en sus manos diestras fui cáliz y oblea. Mis pezones se hicieron hostias rosadas en sus labios, mi carne era masa, era trigo, era pan. Ombligo urna sacramental, derramé leche y miel que se hizo vino para que Maurice bebiera y me consagrara. El rito me volvía loca, junte mis rodillas atrapando su rostro entre mis humedades, su lengua batía in excelsis deo. Fui saciada hasta la hartura y cuando me vio ovillada, hecha una caracola sobre mi misma, tocó mi nuca con su báculo carnal y me mojó de sí.
La tentación voló en busca de otras loas, nuevas alabanzas, y me dejó maculada carne non sancta.
Durante la noche de Guápulo, frente a la puerta de la iglesia convento, surgió un pensamiento, la posibilidad de un sacerdote non sancto. El cura es humano y por lo tanto es débil, es carne que puede errar. La carne come carne; en el agua se pudre, en el aire se corrompe, en la tierra se infecta, sólo en el fuego se purifica.
Carne quemada es ofrenda y alimento, carne cruda es seducción es temptation. Así, en ingles la palabra tentación se construye con significado más sugestivo temp- tation.., temp-o: tiempo, temporada. Temp-estad, s-tation: estación. La tentación aparece casi como una fuerza de la naturaleza, un sutil estado del tiempo que es irrefrenable e invariable, que no se puede prever ni conducir, tan sólo asumir. Casi se podría decir que nada podemos contra ella. En español Tentar también quiere decir tocar, tratar, encontrar a ciegas, utilizar el tacto. Andar a tientas no es buscar la tentación, es la tentación misma. Cuando nos sentimos tentados la vida adquiere un matiz especial, prometedor. La tentación, ¿produce aventura? O, ¿es la aventura una tentación?
Mi primer sacerdote fue un juego de tentación y aventura. Una malcriadez diría mi abuela, un divertimento infantil, pervertida malicia, ¿tentaba yo al cura o el que estuviera allí para esa parroquia era suficiente incitación a pecar? Se me aparece la promesa del riesgo y el castigo; en el juego de la seducción, todos los jugadores usan la tentación como herramienta primordial. Hay que tentar al oponente, ¡como se le gana si no! A ver lo que recuerdo:
Siete y veinte y cinco de la mañana y yo cerraba la puerta de mi casa en san Marcos, me quedaban treinta y pocos minutos para llegar al edificio ministerial donde trabajé. Recto por la Junín hasta la Flores, a la derecha por la Espejo, zigzag y me paro frente a San Agustín. Aun me quedan diecialgo para una oración o simplemente para chequear los avances en la restauración de la torre de la iglesia, pero, pensando así aquel día de octubre del ochenta y pico entré por el baptisterio y, sin echarme la santiguada con agua bendita, me di de lleno con un curita nuevo que con los brazos en alto y acento de europeo hablando en español invitaba a los pocos feligreses congregados esa mañana a que se abrazaran para desearse la Paz del Señor.
No pude pacificarme. Esa mañana seguí de largo y con el sonido de su solicitud de paz me fui al trabajo. Pase todo el día decidiendo si era francés o suizo, porque ni italiano ni alemán. Griego, sueco o portugués no se me pasó por la cabeza. Resultaría luego francés, a la mañana siguiente; hasta salí más temprano, tentadísima, de mi apartamento. Al final de la segunda lectura, carta a los colosenses, El principio de todo, capítulo uno versículo quince.., Él es la imagen del Dios invisible.., en Él fueron creadas todas las cosas.., existe con anterioridad a todo.., en Él reside la plenitud. El beso fue sobre el libro, Palabra de Dios, pero yo lo sentí, incluso tibio, Te alabamos señor, sobre mi mejilla. La tentación había tomado la forma de sus labios pulposos como una frutilla, como sangre derramada por la paz.
Seguí yendo todos los días a tentarlo, a confundirlo, a hacerlo tartamudear y perder la marca de la hoja en el misal, a verlo ensudar el cáliz con sus manos temblantes, a señalarlo con la punta de mi lengua, a guiñarle un ojo, a enseñarle las uñas coloradísismas tamborileando sobre el filo del hilván de mi falda, a chuparme el índice, a mirarlo sufrir. Si alguien se dio cuenta, nadie se quejó. Allí cada quien atendía su propia tentación, no habíamos salvos; todos atrapados, todos esclavos. La libertad sacerdotal la entendí cuando visitaba el patio del claustro franciscano, pero ese fue otro cura, otra cura, ¿solución debería decir? Estaba confundida, una vez más quería ver a Poseidón en la fuente de alabastro y me encontré con Fray Bernardo el de las visiones del Hermano Sol. El nerviosismo del curita franco me contuvo, durante semanas me dedique sólo a morbosearlo, hasta que un día, a coste de llegar atrasada a timbrar la tarjeta de entrada, me puse en fila para la comunión.
Ardía Troya.., trastabilló cuando me vio en la hilera eucarística. Lo vi hurgarse entre los bolsillos, cambiar de mano a mano el cáliz, seguir rebuscándose bajo los hábitos y la sotana, hasta que se quedó quieto y empezó, El cuerpo de Cristo, y, Amén, le fueron respondiendo hasta que llegó mi turno, entonces, veloz y seguro metió en el bolsillo de mi solapa una pelotita arrugada de papel, hizo el ademán de darme la hostia pero en mi lengua no se posó ni siquiera su tibio pulgar acólito. Amen, dije y salí de la iglesia.
¿Alguien se espanta? Quizá. Abrí la bolita una vez sentada frente a mi máquina olivetti de margarita electrónica. La apreté de inmediato porque el subsecretarío y su asistente me sorprendieron llegando demasiado temprano con las prisas de siempre que les cogían cuando el presidente los puteaba pero que al medio día, luego del almuerzo, se disipaban y, vuelva la zamba al baile, y yo a pintarme las uñas y al papelito arrugado. Me llamo Maurice, te espero a las seis en la plaza grande.., en papel cuadriculado de libretita espiral de Paco.
Misteriosa estas hoy, ¿en que andas? Me preguntó la secretaria del despacho del ministro durante el almuerzo. Mucha risita coqueta al aire, mucho pelo suelto. Como que se te ha hinchedo el pecho, mijita. Es que me he levantado un curita europeo, no podía contestarle, ni modo, Me levanté contenta, dije. ¡Ah, buena noche!, con fruncida de labios y ceja levantada. ¡Que va! Las cosas que se le ocurren, Piedacita. Tuve un sueño bonito, en el que me veía de chiquita, eso fue todo. ¿Nada más? Nada más, Piedacita, sabe, yo tuve una infancia bien linda, mentí. Ha de ser, mijita, ha de ser. Monjas de mierda, me dije para adentro. Yo me vengaré de ellas en el Maurice. ¿Fue por venganza? ¿fue por arrechera? No sé, lo cierto es que esa tarde marqué tarjeta a las cuatro y cincuenta y regresé a la oficina a retocarme el maquillaje, a escarmenarme el pelo, enredarme el flequillo a lo Farrah Fawcett. Estuve tentada a sacarme el sostén pero no, preferí abrirme la camisa hasta el tercer botón desplegando el cuello sobre la solapa del uniforme y amarrarme el pañolón a la cintura para que el escote se viera profundo y la cadera más pronunciada. Eso sí, me quité los zapatos de taquito plano y me puse los negros de charol con taco de doce puntos que guardo siempre en la oficina para cuando los jefes me invitan luego del trabajo. A este cura le va dar un infarto cuando me vea. No, no le dio ni cuando en el restaurante le pasaron la cuenta.
Resultó que era francés, agustino, como correspondía; pero, estaba por irse del país y, claro como yo llevaba casi un mes haciéndole la broma y las morisquetas, el tenía el papel escrito desde hacía días, hasta que por fin me puse a su alcance y me lo dio. Puntual llegué a la plaza esa tarde aun cálida y clara, me paré en el atrio de la catedral mirando hacia el palacio arzobispal, tratando de tener vista de toda la plaza. El había llegado antes y me sorprendió por la espalda, Que pena haber perdido tanto tiempo, me dijo. Que importa, contesté, mejor tarde que nunca, no es la cantidad sino la calidad. Claro, y por eso sugirió el Hotel San Francisco, el más elegante del centro. No debí aceptar, por discreción, pero allí fuimos.
Vestido de cristiano casi no lo reconozco, la sotana, la casulla y la estola verde con lila que se ponía durante la misa disimulaban muy bien su abdomen con incipiente barriguita y le daban un aire bastante adulto. Lo mire de arriba abajo y pensé en quitarme el saco, botar los zapatos y amarrarme el pañolón en la cabeza, pero no había caso, el look de femme fatal estaba listo y nada lo desbarataría. Seguro que es menor que yo, me dije. Resultó que tenía veintiocho como yo. Llevaba unos zapatos azules de cuero griego, un jean oscuro, un saco de pana prusia con coderas de cuero negro sobre una camiseta de cuello muy ajustada de color lavanda con un coqueto pañuelo burdeos anudado bajo la barbilla.
Sea como fuera, la estampa resultaba llamativa caminando por el centro: la típica mona zorra burócrata que acaba de levantarse un turista muy fashion, pensarían algunos; la loca cajera del Pichincha con su amiguito gay van a tomarse un trago, para otros. Como sea al entrar al lounge llamamos la atención y reconocí algunas miradas, me hice la loca, no quedaba otra. No tuve la necesidad de plantearle mi prejuicio sobre su atuendo europeo que en el Ecuador de los ochenta no era nada más que mariconada vivita porque sus ojos decían todo lo que yo necesitaba, el casi no hablaba, la catarnica era yo. Su mirada milimétrica me tasaba, entraba y salía de entre mis tetas, sondeaba en espirales sobre mis pecas, se humedecía cuando sus dedos recorrían el dorso de mis manos, destellaba cuando yo pasaba la punta de mi lengua sobre los incisivos temiendo la mancha del labial, entonces el reía y sus ojos se apretaban en un tono más profundo que sus jeans reflejando aristas del lila claro de su camiseta, me recordaba a la mirada de Alain Delon aunque no se le parecía. Ni para qué decirlo, me tenia mojadita, mojadita.
Afortunadamente llegó el momento que me calló, Te parece si pido la adición. Yo me imaginé que era un combo de tragos y llegó la cuenta que pagué yo, resarciendo la canasta de la limosna que nunca cebé. A tu apartamento, decidió. Y sí, eso tocaba. No me expondría entrando a cualquier hotelucho. Tomamos el taxi y en la vía nos fuimos calentando más y más. Subimos casi corriendo y luego de la puerta me lanzó sobre el sofá y allí me desnudó con la presteza que se bendice un denario o una estampa de comunión. Yo no alcanzaba a desanudarle el pañuelo del cuello y el ya me estaba volteando para lamerme la espalda mientras magreaba mis nalgas. Todo un experto.
Le pedí que fuéramos al dormitorio y, terminando de desnudarse frente a mí me dijo que no, Las camas no me excitan. Me levantó en sus brazos de abundante vello oscuro sobre piel blanquísima y fornida apretándome a su pecho de orangután albino y me extendió como ofrenda episcopal sobre la mesa de comedor. Eres mi cordero, eres carne y sacrificio... Me sentí pura y bandida, en sus manos diestras fui cáliz y oblea. Mis pezones se hicieron hostias rosadas en sus labios, mi carne era masa, era trigo, era pan. Ombligo urna sacramental, derramé leche y miel que se hizo vino para que Maurice bebiera y me consagrara. El rito me volvía loca, junte mis rodillas atrapando su rostro entre mis humedades, su lengua batía in excelsis deo. Fui saciada hasta la hartura y cuando me vio ovillada, hecha una caracola sobre mi misma, tocó mi nuca con su báculo carnal y me mojó de sí.
La tentación voló en busca de otras loas, nuevas alabanzas, y me dejó maculada carne non sancta.
miércoles, 6 de enero de 2010
repartalo no mas, como usted quiera. Como galletas con manjar en el corredor de lacteos del Supermaxi.
Hay que llenar infiernos con llanto
texto de Juan Carlos Cucalón, alias "Don Cuca", sobre el libro de René Jurado "Rimmel" Leído en la sala Jorge Icaza de la Casa de la Cultura Quito
“Un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio...,
“Un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio...,
una sola saliva y un solo sabor a fruta madura,
y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua”.
Extracto de la cita epígrafe de la famosa Rayuela de Cortázar con la que Rene Jurado da inicio a Rimmel. Quince cuentos entre cortos y largos, todos intensos, todos navegantes de sensualidad lúbrica, por resbalosos, por propensos a los vicios y particularmente a la lujuria, todos reordenadores de los apetitos clásicos, todos lascivos en la primera, segunda y, más precisamente, en la tercera acepción del DRAE, demasiado lozanos... De mórbidos propósitos por donde se los mire. Porcelánicos y abrillantados, con ese tremor suicida que tienen las lágrimas cuando rebasan el párpado inferior y se van deslizando, corajudas y envalentonadas, hacia el abismo que les promete soltarse de la pestaña, como tiembla la luna cuando se refleja en un charco sucio de aceites... Gracias, Cortázar.
Rimmel, así, sin tilde y con eme doble, le dice René Jurado, al rímel, con una sola, como hoy acepta la vigésima segunda edición del ya cito mataburros y como lo han llamado siempre nuestras madres, las hermanas y las novias, las de axilas rasuradas o las postmodernas que vienen con antena... Pestañina le dicen en Colombia y en Venezuela a la misma sustancia que ennegrece y endurece ¿Será que solamente sirve para las pestañas? ¿Será que.., más que para embellecer, sirve para hacer indiscutible, innegable y dramáticamente obvio, el surco que marca el recorrido de la lágrima? Mascara es para los gringos, claro, para ellos el llanto no es productivo y por lo tanto no les importa. Por eso, a diferencia de los franceses, Maybelline, Cover Girl, Revlon y el mismísimo Rimmel se han inventado uno a prueba de agua y llantos histéricos de sensibilidades latinas. Qué se queden con su máscara de mascara, ¿verdad?
Porque lo que Jurado nos trae aquí, ennegrecedor que endurece, son cuentos donde el surco, la huella, la estría, la haza o el rimero lo consigue la eroticidad, que se expresa casi siempre, es decir en diez de las quince narraciones, en primera persona del singular. Es así, como el rimero que deja la hoja del arado a su paso por tierra o carne, que esta voz narrativa tan cercana, tan involucrada con lo que cuenta, nos hace soñar que el autor es, también, el protagonista... Bueno, y, si así fuera, qué bien y qué envidia, pues, René... Pero a mi, Peón en cama Dama, Andrómeda, El gato, La botella verde, Temporal y el texto que da Titulo a este libro, Rimmel, todos contados en tercera persona, con mayor distancia, con cierta máscara hecha de la mascara virtual que es negra en el ordenador, esos me han presentado a un cuentista capaz de enseñarnos que también se conmueve con el llanto ajeno...
Entonces, vuelven a mi las voces de mi abuela y mi madre, levantándome del piso, besando la rodilla y el codo raspados, y diciéndome con tierno pero muy firme tono, Hombre macho no llora. Y yo, que estoy leyendo a Jurado, hago un puchero, tomo un respiro y me pregunto ¿yo machista, machista yo? Y me respondo, Si aquí hasta los enanos lloran, ¡ja! Reír, mejor, para no llenar infiernos con llanto..., reprimir, reprimirse... Así funcionan los traumas infantiles.
Pero, cuando la lágrima triunfa, nada mejor que la literatura. Y como yo he sido invitado aquí para intentar que esta nueva publicación de Esqueletra les resulte apetecible, basta de llantos y venga que les cuento porque hay que comprar Rimel: Hace unos pocos días me encontré con el poeta del romanticismo porno-gore transmoderno ecuatoriano, Fernando Escobar Páez, quien sin saberlo me dio el mejor impulso para escribir esta presentación, pues luego de haber terminado todo el Rimmel, aun no se me ocurría que hacer con él a mas de alargar y endurecerme pestañas, pelos y cuerpos cavernosos.
Gracias, Efra..., por tus palabras, que a la sazón fueron las que siguen: “Mire panita en la vida lo único que salva es recurrir a las libertades fundamentales y al patrimonio de la razón. Así que me planté como macho y le dije, Podrás clavarme ordenes de restricción de todos los colores hasta completar el arco iris con el que nuestro sistema judicial te protege de mi tinta... Por que desde tus pestañas el resentimiento pleistoceno vigila a la puta primigenia que te habita...” fin de cita. Claro me dije y empezaron a fijarse las líneas ya leídas. Por algún sortilegio cervecero vinieron a mi los textos de René como una cábala, como un oráculo, como una lección de vida, catecismo...
Y la voz decía: En “Mitad salado mitad saxofón” que pensaba, su pronostico frívolamente intentó seducirme, y al aparecer alrededor de sus ojos una finísima línea oscura, entendí que los amantes se saben fugaces y por eso su recuerdo es infinito... Que no hay que ver a nadie y menos creer que existen...
Luego llegó la voz Ainoa de nieve y me dijo que bebiera tequila de 62 grados en la antesala obligada de su recinto secreto... Ahí donde se otorga, se regala la oportunidad, como una dádiva de despedida. Donde el amante sabe compartir y el marido es un tirano totalitario y no comprende que la mejor manera de tener es gustar y la peor manera de gustar es tener, como dice Saramago en la isla desconocida. Me fui a los extremos de laberinto y encontré a Cortazar en la mesa de luz encerrando saxofones y ancianas cuidando perros; me quede con ganas de abrirlo y seguir con su otro lado de las cosas...
Y las voces me atacaron feroces, gritaban: Que manía del pelo por abandonarme Mejor tirarme agua fría y dejar mi fealdad en el lavamanos. Que si acabo el desayuno moriré Después del agua la piel no es de uno Louis de Funes ha muerto en un accidente El otro orden está en la inocencia lavada de todo lo cursi, Mordisqueando siempre otro libro...
En medio de ese delirio provocado por Rimmel y don Efra llegué hasta La oscuridad áspera de la sabana, que me enseñó, Mística, una ritualización del contacto sexual que eliminaba toda frivolidad y toda pasión violenta... supe que los celos de él eran mas profundos que los míos. Nunca te me acerques por detrás. Gritó desde el texto, así que decidí acomodar un cuchillo al alcance de mi mano. Y soñé con su lengua que pedía que me la tragara para moverse en mi interior y ser parte mía como una sola llaga dónde cada contacto nos empujaba a meternos dentro del otro... A ser el mercurio de doce termómetros... Afortunadamente todas las noches acaban y esa también pasó hasta el que leí el letrero de: Cerrado, salí al baño, y no pude terminar el café que me sirvieron en la cantina porque adentro había dos hombres decapitados... El texto, delirio, Jurado y yo o, debería decir, Yo vs. Jurado. Vi los plomazos brillar contra el pavimento, luz que salía de almacenes repletos de tazas de baño que pasaban monótonamente como la infinidad de noches que estuve cuidando a los guaguas... Y el, Vaya no mas tranquilo, bajo amenaza de divorcio y tire la cadena...
Seguro me succionó un desagüe de ficción que me llevó a La basílica de musgo con Fatiga, Flaco y Gato que respiran en funda y se lanzan al hueco que se precipita hasta el mármol del piso y por él la iglesia parecía respirar La vie en rose y Ver al diablo en su funda con un solo gramo de azúcar...
Tenía que salir de ese infierno Abriendo un hueco con los ojos. Todo el mundo escapa, recordé y me dije, Cómo, si el niño pudiera ser mi ex hijo y Una mujer dentro de la máquina de escribir estará llorando, llorando siempre... mi madre, mi abuela, las hermanas, las novias. Juró que no volví a llorar pero me quedé como ciudad deshabitada e inconclusa como piñón suelto después de un accidente. Como cadáver de mujer que de entre sus dos enormes piernas expulsa hombres acomodándose las corbatas, cocineras descalzas y coquetas, niños vendiendo a gritos los periódicos, pordioseros..., y, luego se va dejando su placenta regada...
O sea que no puedo ser ¿Yo machista, machista yo? Mujeres, la mentalidad siglo veinte las han transformado en fría indiferencia y orgullo absurdo, en coñac, que es una bebida solitaria... Porque los días de frío son los mejores.. y los días fríos los peores... He de seguir en busca de cariño siempre transformado en otro....Te voy a sacar esa pestaña del ojo. Esto es serio, me digo y acabo con la primera persona del singular. Pero, sí puedo ser el ojo de la cámara y tomar distancia para ver al Peón en cama dama y escucharla a ella burlarse diciéndonos, Se cambian de lugar en vez de darle la vuelta al tablero. Y demostrar que de la defensa al ataque llega el Jaque mate... hum, puedo ser la cámara.
Mirar arriba y ser Andrómeda, ser Nietzsche, Camus, anfetaminas calmantes, gorduras enormes, pliegues profundos, vértigo, y la imagen delgada de una niña que amé, dulce y desgarradora nostalgia... Ser ovillo, graderío, cielo estrellado...
Podré ser ¿El gato? Ir de las tetas al gato, del gato a las tetas..., dejándole al vecino solamente el ligero meneo de un abundante culo al atravesar la puerta... Podré ¿haber hecho lo que él deseaba?, morder a la vecina, meterse entre sus tetas, arañarle las piernas, tocar con sus manitas su vientre esponjoso y los animalitos que seguramente esconde la vecina bajo ese enorme salto de cama con florecitas azules y rosadas. Gato y canario, flaco y gorda, tetas vs. Manos peludas.
Pero, así a la distancia, prefiero ser La botella verde para gritar sin culpa, Ya estoy cansado de tus pendejadas, lárgate, no quiero saber nada más, haz lo que quieras pero no vuelvas. Estas loca igual que tu marido, que todos son iguales... Que viva la sangre porque es el incesto...
Y que la lascivia desate un Temporal y nos permita ver Un objeto que baja desde el cielo en orden y la vecina en la terraza que tal vez se embarazaría y convirtiera en una señora más, en una vieja más, ese día que llovieron mujeres rubias con vestidos de seda rosada. Cien en todo el barrio, un chaparrón pequeñito. Con un saldo de dos heridos y un muerto, por imprudente. Causando graves daños en las instalaciones eléctricas y los tejados, tapando las vías de comunicación y alcantarillado... Temporal de coloradas. Cosecha de rubias en camión.
Y como siempre la cámara es magia, es un truco, porque Rimmel arrastra una trampa y una peluca rubia que cuelga de la mesa central... Y en un naipe los alientos, las soledades, el miedo al soplo final.. Entro en ese dormitorio de la casa donde hallara su reencarnación, su comienzo y su fin... Un hombre desnudo, llorando...
Llorar no le hace daño a nadie, al contrario es saludable y necesario cuando el cuerpo lo pide y la emoción nos empuja. La lágrima pacifica y siempre ha sido purificadora. Renueva y refresca como un manantial que acata y perdona; porque, donde ya no queda más sitio para la lucha o el miedo, entonces, la lágrima vence a la palabra. A riesgo de que se nos marque un rimero de rímel, habrá que seguir bregando. Seguiremos escribiendo por que la lucha no termina con la publicación, no hay cheque que nos detenga y cuando vamos embalados en el papel se deslíe la tinta con la lágrima y a ver, pues, quien vence a la palabra.
SOBREVUELA Y REPORTAME LAS CONDICIONES CLIMATOLOGICAS,TOPONIMICAS,fisonomicas Y ONTOLOGICAS DE ESTE CONATO DE POEMA
Sin ninguna autorización previa del autor, hoy comparto con ustedes un regalo navideño de mi querido amigo de ultramar Jimmy Mendoza, alias el pelado maldito..., al cual, luego de acogerlo fraternalmente como se merece le sugerí que se quedara con la tercera estrofa pues el resto son cascabeles y castañuelas, ¿ustedes que creeen?
FELIZ NAVIDAD
sarco-villancico por Jimmy Mendoza Mora
Es momento de quitar
ese algo oscuro que nos habita
trapos nuevos vestirán el cuerpo
cuello, muñeca, dedos se adornan
con bisutería espiritual
y en la esquina, los jugadores
silencian sus fierros
ya completaron el dinero
para ejercer el amor y la bondad
Las caras de los abuelos se llenan de calor
los escaparates toman vida
luces blancas, verdes, rojas
cancioncitas angélicas
nos recuerdan que somos buenos,
hay tregua entre la población
Sobre la banquina-al costado de la ruta- un tipo fuma
sostiene en sus manos una carta, un papel
aquel transeúnte podría ser un amante
las hojas son las portadoras
de palabras que quieren abrazar
los días de un beso turbador
que aun le tiembla en los labios
pero no, él solo revisa una misiva a Noel
Todo es vértigo en el nombre de Jesús
camal mediático, orgia de virtudes
serafines esquizoides , hadas madrinas porno graficadas
un vacio febril y delirante;
en los modernos estancos
se escucha el repicar de cajas registradoras
un judío invisible capitaliza su venganza
con monedas de oro conmemorativas
son mas de de dos mil años de un asalto
el sol se va despacio a otras ciudades
en este tiempo de los niños
una leve llovizna se abre como cortina
la noche esta lista
desde el ventanal
busco los vestigios del desgarro
en los ojos desorbitados
de ese hombre que sobre la banquina
no se atreve a ser jugador
On display 2.0
texto leido en la presentación de la novela On display 2.0 de Maria Fernanda Pasaguay en La Universidad Católica Santiago de Guayaquil el 26 de noviembre del 2009
Muy buenas noches antes de que ceda la palabra debo agradecer que la oportunidad es calva, cruza frente a nosotros y si no nos atrevemos a agarrarla no podremos tirarla de los cabellos para que se nos devuelva…
Con ustedes mi invitado especial “the most gorgeous boy in the whole World” con un toquecito de , britney da chano spears. Gracias…
¿Quién cuenta aquí?
Leer On display 2.0 de María Fernanda Pasaguay para mi fue un descubrimiento y una resurrección, un castigo como el que se le infringió a Lázaro… Que duro es… Saber que ya nunca más seremos lo que fuimos…Que nadie puede totalizar tu vida y que la ficción te otorga porque te quita, te revive para aniquilarte, te reconstituye para esclavizarte. Leer On display 2.0 de María Fernanda Pasaguay, repito, ha sido el inicio de mi infierno donde ella ya no será la culpable ni mi verdugo. Ahora se al fin que nadie sabrá lo que fuimos… Porque yo no podré ser otra cosa que lo que Maria Fernanda Paraguay hizo de mi…
Se que nunca tuve, pero de hecho ya no tendré, carácter, no podré ser psicoanalizado; de mi lo único que queda en estas cuatrocientas páginas de tinta espesa es sintaxis…
Hoy estoy aquí hecho un lamento, aunque lo único que quisiera, como dice el epígrafe del Display y aconseja mi amigo Oliverio, es Lamerme la cerradura, a lengüetazos abiertos a ver si se me cura la zaherida, el amor, la muerte… La desidia de no ser mas que rasgos de tinta y silencios de papel
Que desperdicio, siendo tan guapos… Siguen diciendo hoy cuando nos miran con el periscopio de la memoria ficcional los que no saben que amar es un descubrimiento y una conquista individual, un reto y una aventura hacia el abismo de uno mismo. Es caer profundo y seguir cayendo aunque te digan que ya alcanzaste el fondo, que del intento y el batirse en duelo no te queda nada por que lo diste todo…
Lo único que me queda de Luciano, Mi britney da chano spears, es la sombra de su mechón de pelo emo…
Por que para los que no me conocen yo soy Gustavo Rodríguez… Y en On Display me conocerán mejor como “Tavito da winer” o “the most gorgeous boy in the whole World” Ya no tan gorgeous porque ha pasado demasiado tiempo desde el salto quántico necesario para que del libro que termina en mayo de 2016 yo reflexione sobre mi vida y me venga a este pasado que es el presente de ustedes a explicar porque deben leer la historia mía contada a mi amigo Daniel y traducida por la señora Pasaguay. La literatura es siempre un juego de matrioshkas, cajitas chinas, unas dentro de otras donde la verdad se pierde y se hace verdadera…
Mi vida no empieza sino hasta ese momento terrible en la pagina seis donde comprendí, o debo decir que me hicieron comprender, que acababa de hallar el amor de mi vida. Eso hizo imposible que jamás conociera al Luciano real, a ese que les reto a encontrar. Desde entonces soy el amante de la tragedia clásica; y para mí siempre será el único amor de mi vida, El edípico reflejo de mí, Mi vicio griego, el nefando de Sófocles, el Narciso y mi Jacinto, El Ganímedes hecho por mi deseo y recreado por mi necesidad de amar y de entregar lo más íntimo e in entregable. Lo que nunca debe entregarse a nadie…. La primera vez… La prima vera, la primera novela…
Quiero a mi Luciano. Quiero a mi Luciano, quiero a mi Luciano, quiero a mi.., lo quiero aquí, porque le creí todo como todas las mentiras de las que está hecho el amor de piel y el de colchón…
Oir THE GUARDIAN ANGEL:::::
Luciano nunca fue bueno para cumplir promesas. Y yo lo hice prometer más de lo que se cuenta en On Display. Siempre pensé que algún día me llevaría al extremo de cortarme las venas. Pero ya ven aquí estoy como un fantasma desde su partida; que vivo sin vivir en mi y como sor Juana muero por que no muero y no puedo esperar nada más que la parca me lleve con la mascara del que más quiero…
Más que mi best friend forever, chano fue el hito de una virginidad virtual que me capturó vía web.cam.cod.com en un metalenguaje de facebook.gay. Antes de que nos poseyéramos ya la virginidad la habíamos perdido o, mejor dicho, ya la virginidad nos había perdido a ambos. Porque no me importan el resto de personajes que se inventó María Fernanda, ni Ricardo ni Joaquín, ni Andreíta y menos
los mellizos o la hermana Victoria, ni Susana mi madre o Sarita la suya, reales los de a de veras y falsos los de decorado; ni Carlos David o Eduardo. Todos son una sola sombra para mí. Obstáculos que me lo alejaron, con quienes nunca quise compartirlo, aunque él si me compartió con ellos. No entiendo por qué, pues a solas éramos completamente felices, vestidos de mis payasadas éramos una pareja irrealmente feliz.
“Nosotros también somos cocos”… Esa fue la mentirijilla que lo cagó todo y que nos hizo sufrir tanto… De ahí en adelante me volví intencionalmente culto y deje de maltratar para empezar a zaherir a los que nos miraban mal, a mí o al chanito.
Retahíla, calaverada, subrepticios, pábulos, de todo dije y después, poyo, manos, verga, boxers, cremalleras temblorosas… Déjame a mí, también. Y luego vino el equivoco ese gesto íntimo, que creí que nos acercaría más, más que vivir en la misma ciudad o en la misma casa… Wrong… Penetrarlo era imprescindible para sellar el acuerdo de que nunca se iría de mi lado… lo intenté con denuedo hasta que lo logré. Sin ninguna alharaca…
Arredrarme a mí. El se sentía masculino y orgulloso viendo que con un poco de placer me tenía en sus manos así aprendí a temerlo. A acercarme las canciones gritonas y depresivas que solo por él yo había empezado a escuchar…
ALMOST LOVER
Por qué tendríamos que hacer caso del sexo seguro, ¿para qué? entre nosotros éramos solo nosotros, ¿éramos solo nosotros? Chanito nunca fuimos solo nosotros siempre pusiste a alguien además porque eras un mono y Q Lión ¿verdad?
PENDEJADA DE CAGADITOS DRAMATICOS, dijo mi mama
ADOLESCENTES MEGALÓMANOS, le contesté yo.
Fue cuando decidí recular que entendí que ese maravilloso muchachito acabaría desgraciándome la vida. Hasta el final de mis días seguiré rumiando mi resentimiento y mis inseguridades… Entonces me invente que lo que hizo, el incidente aquel, fue una medida desesperada para no tener que volver a traicionarme… En mi paranoia de los cachos, Aunque la señora Pasaguay diga lo que diga, yo siempre supe que él nunca quiso hacerme daño… Yo sí sigo queriendo vengarme… Esta es mi venganza sobre María Fernanda, por que ni la inocencia ni la ignorancia libran de culpa al pecador. ¿Por qué Maria Fernanda, por qué?
Pero tú hiciste con tu ficción que él se fuera antes que yo… Había que castigar a alguien, ¿Por qué a mí? Porque tú te lo llevaste de mí, ¿con que afán sensacionalista torciste nuestro amor chueco?... Claro tenía que ser una tragedia sheakespeariana para que venda más… Tu culpa. Por eso hoy estoy aquí para desenmascararte… Para que no vuelvas a hacerle esto a ningún otro personaje que se te cruce por la mente…
¿Qué te crees? Que los de tinta sangre y cara de maché sintácticamente no podemos creernos el amor o seguir deseando.
Por que si Luciano se hacía cortes con gillette era porque tú se la ponías a su alcance. Y era la única forma que él encontraba de llamarme la atención. Que éramos una generación en la que todos fuman, toman y tiran desde los trece, dijiste, ¿no? No, le hiciste decir a uno de tus títeres personajes… Pues yo estoy ahora aquí y… Yo también quiero saber que se siente meterla, vamos no me dejes así.. Y Luciano contestaba, Dices que me quieres y, yo, No me dejes así. Y nos dejabas tiesos… Yo si quería pero otra vez la ficción me detuvo…
Ya, pues, princesa no te desquites con él.
Se oye FIX YOU
Quién diablos garantiza que aquí no hay ningún maricón… En cuatrocientas páginas cualquier cosa puede pasar. Pero tú lo mandaste a Lovaina y el libro no se refiere al edificio de la Eloy Alfaro y Shirys donde viven mis primos de Quito, no, ese no te dignaste ni siquiera a mencionar… Claro a ti solo te interesaba que mi perspectiva tuviera una meta, un solo rumbo..., cerrar la narración y de allí esta novela… De allí mi tristeza eterna… Mi condena.
Esta condena con la que pagan todos ustedes porque por cada uno de los que lea esta historia yo volveré a morir de amor y Luciano volverá a traicionarme y nuestras gangas se harán cada vez, otra vez, ciertas y toda esta fantasía de ser orgullosos de nuestros derechos y de nuestra opción, volverá a tener lugar. Por que solo lo que se nombra existe…
Ya no importa cuanto me duela, Ya no importa si Daniel compuso la ópera emorock que me prometió sobre nuestra tragedia… Ni si me he convertido en un farsante de la palabra que le roba al lenguaje para tener voz y hablar por los sin voz…
Entonces callo para que lleven el libro y que ustedes juzguen ¿quién cuenta?
Maria Fernanda o yo…
Con ustedes mi invitado especial “the most gorgeous boy in the whole World” con un toquecito de , britney da chano spears. Gracias…
¿Quién cuenta aquí?
Leer On display 2.0 de María Fernanda Pasaguay para mi fue un descubrimiento y una resurrección, un castigo como el que se le infringió a Lázaro… Que duro es… Saber que ya nunca más seremos lo que fuimos…Que nadie puede totalizar tu vida y que la ficción te otorga porque te quita, te revive para aniquilarte, te reconstituye para esclavizarte. Leer On display 2.0 de María Fernanda Pasaguay, repito, ha sido el inicio de mi infierno donde ella ya no será la culpable ni mi verdugo. Ahora se al fin que nadie sabrá lo que fuimos… Porque yo no podré ser otra cosa que lo que Maria Fernanda Paraguay hizo de mi…
Se que nunca tuve, pero de hecho ya no tendré, carácter, no podré ser psicoanalizado; de mi lo único que queda en estas cuatrocientas páginas de tinta espesa es sintaxis…
Hoy estoy aquí hecho un lamento, aunque lo único que quisiera, como dice el epígrafe del Display y aconseja mi amigo Oliverio, es Lamerme la cerradura, a lengüetazos abiertos a ver si se me cura la zaherida, el amor, la muerte… La desidia de no ser mas que rasgos de tinta y silencios de papel
Que desperdicio, siendo tan guapos… Siguen diciendo hoy cuando nos miran con el periscopio de la memoria ficcional los que no saben que amar es un descubrimiento y una conquista individual, un reto y una aventura hacia el abismo de uno mismo. Es caer profundo y seguir cayendo aunque te digan que ya alcanzaste el fondo, que del intento y el batirse en duelo no te queda nada por que lo diste todo…
Lo único que me queda de Luciano, Mi britney da chano spears, es la sombra de su mechón de pelo emo…
Por que para los que no me conocen yo soy Gustavo Rodríguez… Y en On Display me conocerán mejor como “Tavito da winer” o “the most gorgeous boy in the whole World” Ya no tan gorgeous porque ha pasado demasiado tiempo desde el salto quántico necesario para que del libro que termina en mayo de 2016 yo reflexione sobre mi vida y me venga a este pasado que es el presente de ustedes a explicar porque deben leer la historia mía contada a mi amigo Daniel y traducida por la señora Pasaguay. La literatura es siempre un juego de matrioshkas, cajitas chinas, unas dentro de otras donde la verdad se pierde y se hace verdadera…
Mi vida no empieza sino hasta ese momento terrible en la pagina seis donde comprendí, o debo decir que me hicieron comprender, que acababa de hallar el amor de mi vida. Eso hizo imposible que jamás conociera al Luciano real, a ese que les reto a encontrar. Desde entonces soy el amante de la tragedia clásica; y para mí siempre será el único amor de mi vida, El edípico reflejo de mí, Mi vicio griego, el nefando de Sófocles, el Narciso y mi Jacinto, El Ganímedes hecho por mi deseo y recreado por mi necesidad de amar y de entregar lo más íntimo e in entregable. Lo que nunca debe entregarse a nadie…. La primera vez… La prima vera, la primera novela…
Quiero a mi Luciano. Quiero a mi Luciano, quiero a mi Luciano, quiero a mi.., lo quiero aquí, porque le creí todo como todas las mentiras de las que está hecho el amor de piel y el de colchón…
Oir THE GUARDIAN ANGEL:::::
Luciano nunca fue bueno para cumplir promesas. Y yo lo hice prometer más de lo que se cuenta en On Display. Siempre pensé que algún día me llevaría al extremo de cortarme las venas. Pero ya ven aquí estoy como un fantasma desde su partida; que vivo sin vivir en mi y como sor Juana muero por que no muero y no puedo esperar nada más que la parca me lleve con la mascara del que más quiero…
Más que mi best friend forever, chano fue el hito de una virginidad virtual que me capturó vía web.cam.cod.com en un metalenguaje de facebook.gay. Antes de que nos poseyéramos ya la virginidad la habíamos perdido o, mejor dicho, ya la virginidad nos había perdido a ambos. Porque no me importan el resto de personajes que se inventó María Fernanda, ni Ricardo ni Joaquín, ni Andreíta y menos
los mellizos o la hermana Victoria, ni Susana mi madre o Sarita la suya, reales los de a de veras y falsos los de decorado; ni Carlos David o Eduardo. Todos son una sola sombra para mí. Obstáculos que me lo alejaron, con quienes nunca quise compartirlo, aunque él si me compartió con ellos. No entiendo por qué, pues a solas éramos completamente felices, vestidos de mis payasadas éramos una pareja irrealmente feliz.
“Nosotros también somos cocos”… Esa fue la mentirijilla que lo cagó todo y que nos hizo sufrir tanto… De ahí en adelante me volví intencionalmente culto y deje de maltratar para empezar a zaherir a los que nos miraban mal, a mí o al chanito.
Retahíla, calaverada, subrepticios, pábulos, de todo dije y después, poyo, manos, verga, boxers, cremalleras temblorosas… Déjame a mí, también. Y luego vino el equivoco ese gesto íntimo, que creí que nos acercaría más, más que vivir en la misma ciudad o en la misma casa… Wrong… Penetrarlo era imprescindible para sellar el acuerdo de que nunca se iría de mi lado… lo intenté con denuedo hasta que lo logré. Sin ninguna alharaca…
Arredrarme a mí. El se sentía masculino y orgulloso viendo que con un poco de placer me tenía en sus manos así aprendí a temerlo. A acercarme las canciones gritonas y depresivas que solo por él yo había empezado a escuchar…
ALMOST LOVER
Por qué tendríamos que hacer caso del sexo seguro, ¿para qué? entre nosotros éramos solo nosotros, ¿éramos solo nosotros? Chanito nunca fuimos solo nosotros siempre pusiste a alguien además porque eras un mono y Q Lión ¿verdad?
PENDEJADA DE CAGADITOS DRAMATICOS, dijo mi mama
ADOLESCENTES MEGALÓMANOS, le contesté yo.
Fue cuando decidí recular que entendí que ese maravilloso muchachito acabaría desgraciándome la vida. Hasta el final de mis días seguiré rumiando mi resentimiento y mis inseguridades… Entonces me invente que lo que hizo, el incidente aquel, fue una medida desesperada para no tener que volver a traicionarme… En mi paranoia de los cachos, Aunque la señora Pasaguay diga lo que diga, yo siempre supe que él nunca quiso hacerme daño… Yo sí sigo queriendo vengarme… Esta es mi venganza sobre María Fernanda, por que ni la inocencia ni la ignorancia libran de culpa al pecador. ¿Por qué Maria Fernanda, por qué?
Pero tú hiciste con tu ficción que él se fuera antes que yo… Había que castigar a alguien, ¿Por qué a mí? Porque tú te lo llevaste de mí, ¿con que afán sensacionalista torciste nuestro amor chueco?... Claro tenía que ser una tragedia sheakespeariana para que venda más… Tu culpa. Por eso hoy estoy aquí para desenmascararte… Para que no vuelvas a hacerle esto a ningún otro personaje que se te cruce por la mente…
¿Qué te crees? Que los de tinta sangre y cara de maché sintácticamente no podemos creernos el amor o seguir deseando.
Por que si Luciano se hacía cortes con gillette era porque tú se la ponías a su alcance. Y era la única forma que él encontraba de llamarme la atención. Que éramos una generación en la que todos fuman, toman y tiran desde los trece, dijiste, ¿no? No, le hiciste decir a uno de tus títeres personajes… Pues yo estoy ahora aquí y… Yo también quiero saber que se siente meterla, vamos no me dejes así.. Y Luciano contestaba, Dices que me quieres y, yo, No me dejes así. Y nos dejabas tiesos… Yo si quería pero otra vez la ficción me detuvo…
Ya, pues, princesa no te desquites con él.
Se oye FIX YOU
Quién diablos garantiza que aquí no hay ningún maricón… En cuatrocientas páginas cualquier cosa puede pasar. Pero tú lo mandaste a Lovaina y el libro no se refiere al edificio de la Eloy Alfaro y Shirys donde viven mis primos de Quito, no, ese no te dignaste ni siquiera a mencionar… Claro a ti solo te interesaba que mi perspectiva tuviera una meta, un solo rumbo..., cerrar la narración y de allí esta novela… De allí mi tristeza eterna… Mi condena.
Esta condena con la que pagan todos ustedes porque por cada uno de los que lea esta historia yo volveré a morir de amor y Luciano volverá a traicionarme y nuestras gangas se harán cada vez, otra vez, ciertas y toda esta fantasía de ser orgullosos de nuestros derechos y de nuestra opción, volverá a tener lugar. Por que solo lo que se nombra existe…
Ya no importa cuanto me duela, Ya no importa si Daniel compuso la ópera emorock que me prometió sobre nuestra tragedia… Ni si me he convertido en un farsante de la palabra que le roba al lenguaje para tener voz y hablar por los sin voz…
Entonces callo para que lleven el libro y que ustedes juzguen ¿quién cuenta?
Maria Fernanda o yo…
Invitacion a un malabarista de lo impoluto
Hoy me permito incluir un texto de un buen amigo que me escribió desde un doblez del espacio tiempo donde ya los nano segundos son nanomilimetros de suero y sudor... Hoy tambien recuerdo que "No todos podemos ser pulcros" , para eso se ha inventado SOLEX y el ex-tropajo de aluminio
A su salud mi amigo...
Faciendo la via del calatrabeño a Guayaquil vencido del sueño, llegando de la caribeña isla de Cuba, tuve un sueño y vì que el mundo era lleno de paz, regrese a mi infancia cuando mi padre y mis abuelos viejos circenses me preparaban en la Liguria para los saltos de Trapecio, cuàn equivocados y cuàn llenos de afàn y amor me inculcaron concimientos ancestrales para dar saltos y caer en redes, me enseñaron los trucos y las leyes, las normas y las estricteces, sin olvidarse del doblado de la carpa y el cierre de las sillas, de como guardar los leones y de como amaestrar a las serpientes y dar de comer en la boca a las hienas, no sabìan ellos que sus instrucciones poco tiempo me servirian, pues actualmente los trapecios son inteligentes y las cuerdas se amarran desde un call center en la India, la carpa se dobla automaticamente cuando se cierran las puertas, las sillas ya no se cierran son de plàstico sòlido, a los leones se les pone pildoras pets para su alimentacion, a las serpientes se les da cursos on-line y a las hienas se les suministra sueros a distancia, pero si me dieròn las normas y patrones inalterables de la vida que son la ètica y la honradez, la moral hasta digital y el temor y amor a Dios que es inmutable.
Me inicie en el trapecio a temprana edad y luego lo desheche para estudiar quimica y farmacia y trabajar como se debe segùn decìa los hìpòcritas de mis allegados, pues ninguno de ellos trabajo como se debe sino que nos cuenteaban a los menores, pero asì es la vida, ese mal ejemplo no lo sigo y vivo tratando de no cuentear a nadie., regrese al trapecio casi como que por vocaciòn tardìa, cansando de que los pies me quemen en la arena del circo, de que el call center en la india nunca contesta y no hay como amarrar las cuerdas, doblando a mano la carpa pues el automàtico se daña continuamente y no hay plata para arreglarlo, hasta me he olvidado que por volver a dar de comer en platos a los leones, por silbarle a la serpiente y por estirar la mano a las hienas, me siguen mordiendo la mano......
pablo el trapecista
Me inicie en el trapecio a temprana edad y luego lo desheche para estudiar quimica y farmacia y trabajar como se debe segùn decìa los hìpòcritas de mis allegados, pues ninguno de ellos trabajo como se debe sino que nos cuenteaban a los menores, pero asì es la vida, ese mal ejemplo no lo sigo y vivo tratando de no cuentear a nadie., regrese al trapecio casi como que por vocaciòn tardìa, cansando de que los pies me quemen en la arena del circo, de que el call center en la india nunca contesta y no hay como amarrar las cuerdas, doblando a mano la carpa pues el automàtico se daña continuamente y no hay plata para arreglarlo, hasta me he olvidado que por volver a dar de comer en platos a los leones, por silbarle a la serpiente y por estirar la mano a las hienas, me siguen mordiendo la mano......
pablo el trapecista
Los rechazados
No siempre le publican a uno y de vez en cuando llegan los rechazos. Afortunadamente está el blog donde el editor es uno y el público tampoco importa... A ver ustedes que piensan, ¿ se merece?
Al Arte Sonoro por un oídosalvaje.
¿A qué te suena este arte? Y la pregunta es necia, “Arte Sonoro” no le suena a muchos, pocos saben por donde va la cosa.., para todos la música, tradicionalmente hablando, desde la clásica ópera hasta el latido del hip hop, es el único sonido que se hace arte, lo demás es cuento. Pero, ¿la polución sonora?, esa si está más difundida, de eso hablan todos. Hace muy poco leí en la prensa un reportaje sobre como las urbes están saturadas de ruido y sonidos que elevan el estrés de la población; de cómo la contaminación acústica se suma a los males de la sociedad moderna, porque parece ser que ahora, ¿todo nos hace daño?
Sí. Pero si duele también es arte.
De hecho, hoy en día, en la revisión constante del arte y sus herramientas de comunicación, todo elemento transgresor es posible que sea convertido
en un instrumento creador. Si Warhol pudo hacerlo con una lata de sopa, ¿por qué no?, entonces, ¿valdrá menos la explosión de un escape de camión, el reclamo hecho grito en una manifestación política, o el irritante llanto descompasado de un guagua sin su biberón?
La primera pregunta surge sola: ¿Llegará a morirse la imagen por sobre utilizada, mega prostituida y banalizada? No, a menos que nos llegue la pandemia cegadora de Saramago. La segunda: ¿se impondrá el sonido como discurso artístico? Tampoco lo creo. Pero de lo que si estoy seguro es que ha sido relegado y desestimado por considerárselo herramienta instintiva, porque el sonido ha estado allí desde el principio; quizá es por eso que no lo valoramos. Así somos los seres humanos, a lo básico, lo primigenio, es a lo que menos distinguimos y lo despreciamos. Antes de que podamos ver, oler, gustar o palpar; antes que fuésemos seres completos y auto determinados, pudimos escuchar. Antes de surgir del vientre de nuestra madre el único contacto que tuvimos con la realidad externa fue el oído. La memoria sonora es la primera que se imprime incluso antes de nacer.
Así fue como, cargado con tantas incógnitas, acerqué la oreja neófita al oidosalvaje y le cuestioné:
¿Si existe la creatividad sonora, quiénes la desarrollan? ¿Qué impulsa al sentido y que lo emociona?
¿Por qué el sonido como herramienta plástica? ¿Cómo apreciar el lenguaje de este arte? ¿La propuesta técnica esta al alcance de todos? ¿si hago ruido, hago arte?
Mayra Estévez y Fabiano Kueva, integrantes del centro experimental oído salvaje (así mismo, todo en minúsculas, como dirección de internet), pudieron contenerme, amainar mi sobre excitado interrogatorio, me desarmaron al entregarme un libro negro en cuya portada, cualquier ignorante en esto como yo, puede ver como se titula con “grafías sonoras” Estudios Sonoros desde la Región Andina... Guau, se me salió bien montuvio, y es que el ruido también es un sonido y, por lo tanto, ¿también es posible convertirlo en arte?
Sí, respondieron con una sonrisa ámplia, Mayra y Fabiano y empezaron, muy generosos a desasnarme en cuestiones del Arte Sonoro. Como dije la transgresión es siempre buena herramienta para la creación y lo explican: Desde el nombre del experimento es ya una irreverencia sobre otra que lo fue en su tiempo. Se llaman oídosalvaje por la “Mirada Salvaje” de André Bretón y como una posición política la obra grita..., ¿cómo así?, interrumpo. Porque la expresión cultural sonora siempre viene con agenda política, contestan, el sonido cotidiano, hasta el más banal, y sobre todo el ruido urbano, tienen mayores posibilidades para que su mensaje sea interpretado...
O sea que el discurso dice más mientras mayor sea el rechazo a la disciplina que lo estructure... ¡Ajá! Reflexiono, ¡Ah, ya!, y cito: “El experimento sonoro pretende romper con la jerarquías culturales de la escritura y la lectura del arte, como sinónimo irrevocable de “civilidad” que emplazan territorios específicos... El modelo cultural establece correlaciones geo-culturales y geo-linguisticas que conforman los límites de la humanidad...”(1) Pero de pronto la teoría se espesa y me detengo en media cita, ¿será tan complicado hacer arte con ruido? O es que para transgredir hay que justificarse políticamente, ¿echar la culpa a alguien? No podemos quedarnos en esta argumentación, y debemos recordar que nuestra cultura ha sido siempre eurocéntrica y que entiende la vida con códigos binarios como cuerpo/mente, civilización/barbarie o, el peor de todos, conocimiento y razón versus color de la piel... Ahí empieza a aclararse la cosa. No debemos permitir nada de mimetismo artístico para ser reconocidos, porque el lenguaje y la cultura que nos somete es eurocentrista y el ruido ¿universal? Ya..., subvertir las reglas básicas para construir un nuevo lenguaje, dije. Así es, ¡Ni música! ¡Ni arte! ¡Ruidooo! Proclaman los oidosalvajes.
La posibilidad de quebrar la disciplina de cualquier lenguaje es una interesante manera de experimentar creativamente, que además dota de elementos para volver la creación tan íntima o popular como el experimentador decida. Pero, ¿dónde queda espacio para la crítica del producto? ¿Quién avala la experiencia? Fabiano es quien ataja mi pensamiento y aclara: No tenemos crítica pues somos una escena que aun está emergiendo, recién nacida;
la obra y el proyecto son documentos que no están sujetos a ningún archivo de códigos, más allá de la exploración del campo de los estudios sonoros y el cuestionamiento de los roles sociales.
Se habla de una escena de emergente, pero es que la postmodernidad y su, cito: “estetización exacerbada de lo cotidiano” (2), coloca a la escena sonora experimental en un sitial de ¿sub producto artístico? Y si lo es, entonces debe justificarse también a nivel económico pues los gestores de esta estética novísima pretenderán vivir de su arte... ¿Es el sonido sustentable? Pregunto, Kueva contesta: “Ese diálogo entre práctica artística y gestión para el desarrollo resulta novedoso. Los recursos con los cuales se financia esta experiencia o esta plataforma artística vinieron como fondos para el “desarrollo” ¿? Como estrategia de gestión artística era bastante fresca, más allá de lo cual no habíamos reflexionado lo suficiente sobre lo que este tipo de estrategia en el marco de “desarrollismo” podía significar “ (3).
Estévez concluye: “La trilogía arte sonoro, comunicación y “desarrollo sustentable”, desde la cual elaboramos la mayor parte de nuestra producción sonora, funcionó como dispositivo indispensable de poder, saber y conocimiento, al tiempo que articuló condiciones de posibilidad, en el contexto local, para la naturalización y resemantización del colonialismo en su forma posmoderna: El desarrollo sostenible.” (4). Y frente a esta imposición cultural, aunque nos duela, no habrá quien nos salve. Hoy ya no hay manifestación popular o etnia que pueda seguir existiendo sino se desarrolla sosteniblemente, para mantenerse vigente debemos conseguir quien
de significado de capital a la empresa o al experimento en nuestra globalizada economía.
De hecho la escena sonora hoy, sustentable o no, aunque no nos la cuestionemos, sigue presente como lo ha estado desde siempre, con nuevos nombres y técnicas pues sobre todo lo que el oidosalvaje pretende es diseminar la práctica y su vigencia, darle un sitio más allá del recuerdo, hasta la memoria sonora de especie, ojala, a los sentimientos y las emociones que el oído es capaz de servirnos y nosotros de degustar. O es que ya nos olvidamos de Kaliman y Rayo de plata, aunque el proceso acusmático (de producción acústica) hoy ya no sea el mismo, la radio aun está entre nosotros y aunque el lenguaje se desarticule el objetivo seguirá siendo tocar nuestros sentidos, emocionarnos y regresarnos a lo primigenio, a lo verdadero, a lo sublime: Sin ver, sin tocar, sin probar ni oler puedo saber que vivo, el sonido es arte y me dice y lo leo. Bienvenido sea el ¡Ruidoooo!
1 Mayra Estévez Trujillo, Estudios Sonoros desde la Región Andina,
pag. 41
2 ibid., pag. 48
3 ibid., pag. 60
4 ibid., pag. 61
¿A qué te suena este arte? Y la pregunta es necia, “Arte Sonoro” no le suena a muchos, pocos saben por donde va la cosa.., para todos la música, tradicionalmente hablando, desde la clásica ópera hasta el latido del hip hop, es el único sonido que se hace arte, lo demás es cuento. Pero, ¿la polución sonora?, esa si está más difundida, de eso hablan todos. Hace muy poco leí en la prensa un reportaje sobre como las urbes están saturadas de ruido y sonidos que elevan el estrés de la población; de cómo la contaminación acústica se suma a los males de la sociedad moderna, porque parece ser que ahora, ¿todo nos hace daño?
Sí. Pero si duele también es arte.
De hecho, hoy en día, en la revisión constante del arte y sus herramientas de comunicación, todo elemento transgresor es posible que sea convertido
en un instrumento creador. Si Warhol pudo hacerlo con una lata de sopa, ¿por qué no?, entonces, ¿valdrá menos la explosión de un escape de camión, el reclamo hecho grito en una manifestación política, o el irritante llanto descompasado de un guagua sin su biberón?
La primera pregunta surge sola: ¿Llegará a morirse la imagen por sobre utilizada, mega prostituida y banalizada? No, a menos que nos llegue la pandemia cegadora de Saramago. La segunda: ¿se impondrá el sonido como discurso artístico? Tampoco lo creo. Pero de lo que si estoy seguro es que ha sido relegado y desestimado por considerárselo herramienta instintiva, porque el sonido ha estado allí desde el principio; quizá es por eso que no lo valoramos. Así somos los seres humanos, a lo básico, lo primigenio, es a lo que menos distinguimos y lo despreciamos. Antes de que podamos ver, oler, gustar o palpar; antes que fuésemos seres completos y auto determinados, pudimos escuchar. Antes de surgir del vientre de nuestra madre el único contacto que tuvimos con la realidad externa fue el oído. La memoria sonora es la primera que se imprime incluso antes de nacer.
Así fue como, cargado con tantas incógnitas, acerqué la oreja neófita al oidosalvaje y le cuestioné:
¿Si existe la creatividad sonora, quiénes la desarrollan? ¿Qué impulsa al sentido y que lo emociona?
¿Por qué el sonido como herramienta plástica? ¿Cómo apreciar el lenguaje de este arte? ¿La propuesta técnica esta al alcance de todos? ¿si hago ruido, hago arte?
Mayra Estévez y Fabiano Kueva, integrantes del centro experimental oído salvaje (así mismo, todo en minúsculas, como dirección de internet), pudieron contenerme, amainar mi sobre excitado interrogatorio, me desarmaron al entregarme un libro negro en cuya portada, cualquier ignorante en esto como yo, puede ver como se titula con “grafías sonoras” Estudios Sonoros desde la Región Andina... Guau, se me salió bien montuvio, y es que el ruido también es un sonido y, por lo tanto, ¿también es posible convertirlo en arte?
Sí, respondieron con una sonrisa ámplia, Mayra y Fabiano y empezaron, muy generosos a desasnarme en cuestiones del Arte Sonoro. Como dije la transgresión es siempre buena herramienta para la creación y lo explican: Desde el nombre del experimento es ya una irreverencia sobre otra que lo fue en su tiempo. Se llaman oídosalvaje por la “Mirada Salvaje” de André Bretón y como una posición política la obra grita..., ¿cómo así?, interrumpo. Porque la expresión cultural sonora siempre viene con agenda política, contestan, el sonido cotidiano, hasta el más banal, y sobre todo el ruido urbano, tienen mayores posibilidades para que su mensaje sea interpretado...
O sea que el discurso dice más mientras mayor sea el rechazo a la disciplina que lo estructure... ¡Ajá! Reflexiono, ¡Ah, ya!, y cito: “El experimento sonoro pretende romper con la jerarquías culturales de la escritura y la lectura del arte, como sinónimo irrevocable de “civilidad” que emplazan territorios específicos... El modelo cultural establece correlaciones geo-culturales y geo-linguisticas que conforman los límites de la humanidad...”(1) Pero de pronto la teoría se espesa y me detengo en media cita, ¿será tan complicado hacer arte con ruido? O es que para transgredir hay que justificarse políticamente, ¿echar la culpa a alguien? No podemos quedarnos en esta argumentación, y debemos recordar que nuestra cultura ha sido siempre eurocéntrica y que entiende la vida con códigos binarios como cuerpo/mente, civilización/barbarie o, el peor de todos, conocimiento y razón versus color de la piel... Ahí empieza a aclararse la cosa. No debemos permitir nada de mimetismo artístico para ser reconocidos, porque el lenguaje y la cultura que nos somete es eurocentrista y el ruido ¿universal? Ya..., subvertir las reglas básicas para construir un nuevo lenguaje, dije. Así es, ¡Ni música! ¡Ni arte! ¡Ruidooo! Proclaman los oidosalvajes.
La posibilidad de quebrar la disciplina de cualquier lenguaje es una interesante manera de experimentar creativamente, que además dota de elementos para volver la creación tan íntima o popular como el experimentador decida. Pero, ¿dónde queda espacio para la crítica del producto? ¿Quién avala la experiencia? Fabiano es quien ataja mi pensamiento y aclara: No tenemos crítica pues somos una escena que aun está emergiendo, recién nacida;
la obra y el proyecto son documentos que no están sujetos a ningún archivo de códigos, más allá de la exploración del campo de los estudios sonoros y el cuestionamiento de los roles sociales.
Se habla de una escena de emergente, pero es que la postmodernidad y su, cito: “estetización exacerbada de lo cotidiano” (2), coloca a la escena sonora experimental en un sitial de ¿sub producto artístico? Y si lo es, entonces debe justificarse también a nivel económico pues los gestores de esta estética novísima pretenderán vivir de su arte... ¿Es el sonido sustentable? Pregunto, Kueva contesta: “Ese diálogo entre práctica artística y gestión para el desarrollo resulta novedoso. Los recursos con los cuales se financia esta experiencia o esta plataforma artística vinieron como fondos para el “desarrollo” ¿? Como estrategia de gestión artística era bastante fresca, más allá de lo cual no habíamos reflexionado lo suficiente sobre lo que este tipo de estrategia en el marco de “desarrollismo” podía significar “ (3).
Estévez concluye: “La trilogía arte sonoro, comunicación y “desarrollo sustentable”, desde la cual elaboramos la mayor parte de nuestra producción sonora, funcionó como dispositivo indispensable de poder, saber y conocimiento, al tiempo que articuló condiciones de posibilidad, en el contexto local, para la naturalización y resemantización del colonialismo en su forma posmoderna: El desarrollo sostenible.” (4). Y frente a esta imposición cultural, aunque nos duela, no habrá quien nos salve. Hoy ya no hay manifestación popular o etnia que pueda seguir existiendo sino se desarrolla sosteniblemente, para mantenerse vigente debemos conseguir quien
de significado de capital a la empresa o al experimento en nuestra globalizada economía.
De hecho la escena sonora hoy, sustentable o no, aunque no nos la cuestionemos, sigue presente como lo ha estado desde siempre, con nuevos nombres y técnicas pues sobre todo lo que el oidosalvaje pretende es diseminar la práctica y su vigencia, darle un sitio más allá del recuerdo, hasta la memoria sonora de especie, ojala, a los sentimientos y las emociones que el oído es capaz de servirnos y nosotros de degustar. O es que ya nos olvidamos de Kaliman y Rayo de plata, aunque el proceso acusmático (de producción acústica) hoy ya no sea el mismo, la radio aun está entre nosotros y aunque el lenguaje se desarticule el objetivo seguirá siendo tocar nuestros sentidos, emocionarnos y regresarnos a lo primigenio, a lo verdadero, a lo sublime: Sin ver, sin tocar, sin probar ni oler puedo saber que vivo, el sonido es arte y me dice y lo leo. Bienvenido sea el ¡Ruidoooo!
1 Mayra Estévez Trujillo, Estudios Sonoros desde la Región Andina,
pag. 41
2 ibid., pag. 48
3 ibid., pag. 60
4 ibid., pag. 61
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