viernes, 24 de agosto de 2018


TINTA LETRAS Y MAR

Está diseñado en base a mi curso permanente de literatura:

Vita Brevis

Taller modelo para creación literaria


Escuchar la voz propia
Desde el 11 de septiembre 2018
Apreciación y Análisis.


         En cualquier texto literario, para este caso, cuento o poema, encontraremos una serie de elementos que lo configuran y construyen;  identificándolos,  nos servirán de herramientas para trabajar, entender, corregir, pulir, en fin, darle el acabado a la obra que el autor desee, con  seguridad y conciencia de la calidad de su producto.
         El producto literario se construye en dos ámbitos, el de la forma y el del fondo.   Para el análisis, se puede y debe identificar separadamente los elementos del texto, pero recordemos que el texto, producto literario, es un todo en el cual fondo y forma se van creando íntimamente ligados, palabra a palabra



Elementos de Forma:
De cómo lo digo

Elementos básicos o de acción:

Voz narrativa (voz lírica)
         ¿Quién cuenta la historia?  Decide lo que el lector conocerá.
Personajes
         ¿Quién o Quiénes producen la acción en la anécdota?
Ambiente
¿Cuál es el espacio: tiempo y locación, en el que se desarrolla el hecho narrado?

Elementos complementarios o de construcción

Punto de vista
         ¿Desde dónde se exponen los elementos formales?
Tono
         ¿Con cuáles cualidades y calidades suenan los elementos de forma?

Estilo
         ¿Cómo se dan a ver los elementos de forma?

Estructura y Trama
*Consideraciones de análisis conjunto; interpretación de la suma de     elementos básicos y complementarios.
¿Cómo se diseña y construye, con qué orden se presentan los elementos  formales dentro de la historia misma?
        


Elementos de fondo

De qué, por qué y para qué lo digo

Anécdota
         Argumento base para la historia
Discurso
         Contenido y características del argumento
Subtexto
         Lo no escrito, la sugerencia en las palabras, lo que el texto infiere.








Requerimientos y objetivos de “Tinta Letras y Mar”

         Para la participación en este taller no se necesita ningún conocimiento previo, ni académico ni vivencial.  Se requiere tan sólo de tolerancia interactiva y de disposición abierta y sincera para la contemplación y análisis de la obra, propia y ajena. 
         Esta reunión tallerística tiene por objetivo, a corto plazo y en su módulo inicial, dotar al participante de un conocimiento de vocabulario analítico básico y de las herramientas para confrontarse con criterio de análisis a la obra literaria.


El taller de creación literaria  “Tinta Letras y Mar” 
presenta su última convocatoria para escritores inéditos que 
deseen participar de esta actividad en los géneros de poesía y cuento.

Abarcaremos el análisis en base a los elementos de fondo y forma para ambos géneros además de confrontar y responder las expectativas que se presenten durante el ejercicio continuo.

Se revisarán las técnicas narrativas y sus modos desde los textos presentados: 
el uso de la voz en narrador y personajes, tipos de diálogos, tonos y puntos de 
vista que conforman los estilos, atmósferas como resultantes del ambiente espacio temporal.  Además, de resolver sobre la marcha los cuestionamientos que la 
diversidad de propuestas nos planteen.

Para la conformación de este taller, no se necesita ningún conocimiento previo, ni académico ni vivencial.  Se requiere tan sólo de tolerancia interactiva y de disposición abierta y sincera para la contemplación y análisis de la obra.

Nos reuniremos dos veces al mes, el segundo y cuarto martes a las 4 (cuatro) pm en Velasco Ibarra y calle 43, Salinas. El costo mensual del taller es de 60 USD.

La primera reunión explicativa y para inscripción la tendremos el martes 11 (once) de septiembre de 2018. 



Para mayor información puede llamar al 0967945362 o solicitarla en la dirección electrónica jccucalon@gmail.com.   

Coordinador: Juan Carlos Cucalón.


domingo, 30 de octubre de 2016

 Sara del Campo Vélez, con su allaroundtheartworldticket, único e ilustre galardón que condecoró su vida, se hizo ruta, transporte y pasajera. 

Desde su nacimiento y como sello de correo urgente de entrega inmediata sin retorno a remitente, toda su vida ha estado rodeada por creadores de todas las artes… Vivir para Sara del Campo fue siempre una experiencia sensorial traducida y reinterpretada por los lenguajes de la representación. Pocas han sido las musas que nacieron siéndolo. Ella, además, cultivó la oratoria y la declamación que como los obsequios dados por hadas fueron gracias que le abrieron paso a los pasillos del Arte.
Así les pasa a las familias en los circos… en el escenario máximo de función inagotable que esconde el telón hasta agotar el eco de los aplausos, no estamos obligados a tragar sables, girar en el vacío suspendidos del moño más prieto, adiestrar fieras fingiendo temeridad por usar el pavoroso lenguaje del látigo; pero, si nuestras gracias no afinan destrezas espectaculares, siempre nos queda el glamoroso atuendo del ayudante de mago. Sarita, como la llamaron todos toda su vida, aunque es Sara Matilde, siempre ha sabido lucir como en TokiomilanNYrunaway cualquier atuendo que los artistas de su vida le hayan escogido para realzar sus obras.  Esa chica tiene percha, le dijeron alguna vez y como lo que se requiere para conseguir lo que uno anhela, se lo creyó: Convicción Absoluta, eso es Sarita.
En sus hogares de infancia las lecciones fueron: menos es más, no hay exquisitez en el derroche. Una pared se viste con una sola imagen de calidad y si no lleva firma, mejor.    Lo bueno de verdad se lo aprecia en silencio.  Y, por supuesto, si no se te da la Poesía, no finjas y entrégate como su servidora. Sarita, que en cuarto grado de primaria manejaba Palmer, Carmelita e Itálica, por dudar sobre un absoluto del catecismo fue expulsada de la escuela.  Su abuela Dolores opuesta a la idea de su madre Concepción que a la usanza de las damas domesticas le recomendó manualidades y gastronomía, las armas perfectas para cazar y mantener enjaulado a un marido, la tomó como asistente y secretaria. Era de ver esos guiones teatrales que la abuela dictaba lucían como invitaciones a boda real: la caligrafía no es solamente técnica, hay quien califica y avala la personalidad basado en los rasgos dela escritura individual. Para el teatro la letra tiene que ser soberbia porque el dramaturgo sabe que no es poeta.  Tu tampoco lo eres, entonces, el favor va a ambos y el esfuerzo será doble, has lucir el drama y para no humillar al autor trata el texto con la ingenuidad cruel sin aspavientos que define las letras para Poesía. A los nueve años Sarita muy culta, eso sí, no preguntó nada a la abuela Dolores y echándose la convicción absoluta creó con italicarmecipalmer arrogancia un estilo para los guiones de la Señora Dolores, es que a ella nadie se atrevía a decirle Lolita, no lo permitió, a sotovoce al pettit comité le explicó alguna vez: Es que el pederasta de Navokov me dejó sin ternuras. Sarita, por solidaridad no leyó Lolita. Pero no pudo dejar de leer los poemas que Isidro, su padre componía frutos de la bohemia de gente bien.  No son para tu edad los leerás después. Así que entre los nueve y los doce tuvo formación caligráfica de estilo sobre género, apreciación y perceptiva literaria mayormente en poesía con los poemas de la abuela y de Medardo, claro no todos, Al ángelus y sus temas meditativos, jamás el árbol del bien y del mal. Si por preguntona la botan del María Auxiliadora con este arbolito no entra ni al Bien Público.  Esta es una de esas bromas metáforas que el que fuera su esposo intercalaba cuando las reuniones sociales derivaban a: A ver Sarita, pero cuéntanos como es que Isidro se hizo amigo de Medardo, por qué no lo admitía la señora Dolores en los almuerzos. Qué le pasó a Abel Romeo cuando se mata el decapitado.  Sarna con gusto no pica y la llamamos Sarpullido Inglés… Lo dicho, Sarita nunca dejó de perfeccionarse, hoy en día el diploma que le otorgó la Muy Ilustre Municipalidad nombrándola Declamadora del Guayas, correspondería a su primera licenciatura, obtenido con solo dieciséis años. La comparaban con la Singerman.  La señora Dolores enfurecía,  Sarita no tiene los dejos afectados del lunfardo que no puede decantar esa artista; buena, no lo niego pero Sarita tiene voz propia, acento de comunión con el autor e investidura de actriz con el actuante lírico… La otra arrastra ripio del cirílico ruso y actúa como la Perón en sus películas, ya quisiera ser Eva en su rol de Primera Dama.  Evita nació para ese papel y ningún otro.  Por eso murió como toda heroína del drama.  No acepto la comparación,  Sarita es SARA. 
Sarita disfrutó y aceptó ese oficio que la abuela le impuso.  Se popularizó, fue invitada innumerables ocasiones al programa radial de cultura “Vida Porteña”  conducido por Sixto Vélez y Vélez o sea que, con esta experiencia ya pudo haber adquirido una maestría en locución e interpretación radial. Pero nada de esto le inoculó pajaritos en la testa,  con la magnífica formación de su abuela en redacción no solo teatral, la señora tenía sus negocios y sus tratos financieros, también pudo hacerse de un minor en redacción comercial y diplomática. Ah, cuanto diploma se vuela, cuánto cartón se moja.
Sin que los aplausos la obnubilaran un día decidió trabajar, cosa bastante inusual en su familia, pero en la vida de los mortales que no rejuvenecen con una ovación de pie, la caligrafía no era buen asterisco para curriculum. La redacción sí, pero en máquina de escribir, y si puede darle más de 45 palabras por minuto en una Olivetti de  carro extra grande para que entre la planilla del rol de pago, y no se le atranque el rodillo de doble impresión para sacar no solo cuatro sino ocho o hasta doce copias al carbón.  Las que podían con eso eran horribles y terribles. ¿Vencerlas? Imposible, la convicción absoluta se hizo íntima de la terriblísima horrorosa, sin engaños ni promesas de inútil aniñadita.  La popular declamadora y sobrina de Vida Porteña (siempre ha habido gente vulgar y grosera). Con la mejor percha de cualquier municipalidad del país que se maquillaba solita y se hacía la toca y el gato con  sus propias manos y lo dejaba tieso aunque no tuviera para Cinderella, intercambió:  Yo te caso porque te caso, y de ahora en adelante nada de inseguridades, si puedes cargar la Olivetti cambiarle los rodillos y milagrosamente sacar dieciséis copias a carbón, vas a lograr lo que te he prometido casi sin mi ayuda. Convicción Absoluta.
Y claro profesional sin experiencia socio antropológica no tendrá éxito. Sumémosle otro master a Sarita. Y para darle el cierre hollywoodesco a este cuento hay que nombrar a Mi Madrina Margoth, una m más que la Monroe…  y es que a los ahijados de Margoth Reina de Cartwrigth nos hace muy felices nombrarla nuestra.  Ese Mi se lo disputaron internacionalmente. De belleza arrebatadora y salvaje a lo María Félix, la alondra del Guayas le puso alguien, quizá Sixto, y entre matrimonios divorcio y espantando zánganos que suponían que en jaula de oro la avecilla estaría contenta, se hizo de todos los premios de Poesía que por ese tiempo ofrecía el país. La odiaron con la crueldad y repulsión con se desprecia a los ganadores pues han superado a los engreídos que absolutamente consumidos en su ego no admiten que alguien, un jurado, se harte de sus recetas.
Esta divina criatura que si fue madrina de Sarita y luego Fraterna además de prima de Isidro, ya dijimos el poeta alcahuete de Medardo (Es envidiable esta familiaridad que nos arrogamos con las testascoronadas gracias al tipo de relación que la retratada guardó con ests celebridades). Con su madrina vino la llegada a la cúspide declamatoria… Margoth, sensible artista de letra tenía un histrionismo un tanto impostado, y decidió no dar recitales. Para ello adiestró la en aprender las emociones de subtexto que sus poemas escondían y así logar un tono justo para la intención de la autora y el lucimiento de Sarita, quien sumisa entendió el sacrificio que debe hacer un mortal para que la diosa de la Lírica se presente esplendida.  La declamadora de la poesía intima, erótica y también mística selló completamente su fase de artista… Ya hace tiempo que era secretaria de Abdón Calderón Muñoz y decidió un día que como se había divertido muchísimo, aprendido bastante y hasta hubo sido aclamada en teatros y salones, pues lo que ahora le toca es casarse… Y, ¿con quién?
Desde hacía un buen rato que el médico de la familia facultativo de cabecera de su padre Isidro le daba un trato especial, la invitaba a funciones de teatro y de cine… Tal vez lo hicieron durante todo un año quizá fue menos… Así que un día con todo el aplomo del médico adulto  con un divorcio acuestas Don Carlos Federico Cucalón Vidaurre, en plan de tanteo sobre arena movediza, como quien no está diciendo nada, pregunto como curiosidad si es que ese tiempo compartido juntos no sería un buen pretexto para casarse.  ¿Me propones matrimonio? Cuestionó al doctor esta Sarita de altas ligas y muchos pretendientes. Sí, respondió el doctor Carlitos, como lo llamaba  madre de Sara Matilde.  Bueno, pero nos casamos mañana de otra forma pierdes la oportunidad.  Convicción Absoluta.
Y en la tenencia política de Pascuales empezó la ardua experiencia de vida junto a un Cirujano especializado en Ginecología y diagnósticos de medicina general. Vaya si fue una vida azarosa y productiva la de Sarita, su marido además de profesional médico también era poeta.  Lo que el destino traza ningún recinto civil lo puede torcer.

 
Y así se llega,  aunque  se casó tras veintiocho años de éxitos y uno que otro Waterloo que la dejándola empapada no la resfrió. De aquí en adelante la artista en compañía siempre de su Marido Poeta y Cirujano fue nombrada miembro de la Asociación Cultura y Fraternidad. A la sazón ya van cuarenta años de Sarita como Fraterna. 
Las reseñas y retratos no acaban ni aun que  el titular fallezca. Pero este cuento terminará con mis más calurosas felicitaciones para Sara Matilde o la Princesa de Caña Fístula como la nombró un día que la vio muy delgada su abuela la señora Dolores.
Salú,
jc

viernes, 10 de julio de 2015

Texto para ser leído durante el lanzamiento del Audiolibro “Relatos Dramatizados” de JCC producido por AUrrutia.inc.  En el Ventana Arriba el 2 de Julio de 2015
Brindis y agradecimiento.


Ahora me toca brindar…
Brizna, brinda, prink, drink…
En un mundo donde se enaltece y se reconoce con paga escalafonada el saber estandarizado y el conocimiento normativo, en el que se desacredita,  por los mismos medios, el aprendizaje  que proviene de la experiencia propia y la búsqueda autodidacta de las pasiones artísticas.  Me sorprende gratísimamente que, tan atrevida, Adriana Urrutia me haya propuesto esta AVENTURA: Relatos.
Yo soy un simple bachiller con incompletos estudios de Arquitectura y una licenciatura en diseño, que jamás cursó literatura o letras.  No creo en los pensums escolarizados.  Pero llevo veintitrés años viviendo de Talleres de creación literaria y clubes de lectura.  Cómo no agradecer a quienes han apostado sobre el último escalafón de la meritocracia.
Aprender, en serio, no es tan solo estudiar… Es aprehenderse… Atreverse a ver aquel que llevamos dentro.  Verlo, sacarlo y abrazarlo.  Es darse la oportunidad de vivir nuestras pasiones… Es esa misma lección que no será refrendada nunca por Universidad alguna.
Gracias:
Adriana, Soledad y Maya.  Cantantes, actores y amigos; Yislaine Luzuriaga, Javier Alonso, Patricio Guzmán, Hong Yang y Daniel Moreno.
A brindar ahora, que etimológicamente es adelantarnos al placer del resto… Brindo por ustedes, todos, porque van delante de mí.
Buenas noches.




jueves, 27 de noviembre de 2014

Texto leído durante la presentación de Zapote de perro, exhibición pictórica de Eduardo Jamie, el 13 de noviembre de 2014 en la Salida de Emergencia, Cuenca.

Zapote de perro

no se pierdan este enlace https://www.facebook.com/video.php?v=10203402919730521&set=vb.1137844739&type=2&theater

Reproducir video


Así titula esta muestra su autor, Eduardo Jaime, quien además de pintor y ex loco, es también fotógrafo y se ha  recuperado de neurosis, psicosis y paranoias esquizoides, que podrían dañar a muchos, pero que a los artistas nos diploman en: experiencia intrínseca, emociones sublimes,  realidades paralelas y alternas, y que nos hacen ser “el otro” desde el “uno mismo”…, y que a Jaime lo han llevado desde ese amor propio que la gente confunde con amarse en silencio y hacer crecer vello en la palma de la mano, hasta a convertirse en “perro de monte”; cuando lo cierto es, y cito a Michel Onfray, dilecto   amigo “qué es lo que queda de animal en el hombre a pesar de los siglos de domesticación ética. (...) Imposible de erradicar, la memoria y la huella de las selvas, los bosques y los peligros de los que procede nuestra especie.”
 A este Zapote de perro, yo le he puesto el epígrafe de
Animal y piel
sol negro
color y persona
Imágenes de afecto trastocado y abusador emergen con una impronta que parecería descuidada para sorprender, atacar y picotearme un ojo. El ojo que dejo abierto para acechar algún intruso solapado que pretenda tocarme cuando me toco… De hecho me siento un poco contagiado del mal de Jaime, constante en el quehacer artístico, trasgresor y provocador desde lo íntimo, y recuerdo a otros que han transitado esta avenida extraña y potente. La sensación de zozobra del postimpresionista y simbolista que usa formas simplificadas y colorido natural no naturalista para comunicar emociones y re significarlas con violencia en la conjunción de los trazos y la distorsión del ritmo espacial.
Estas imágenes, digo, han sido  capturadas en lo estrecho que son los recuerdos cuando ya no tienen ni lugar ni tiempo. Porque la creación arrastra dificultad y aprietos y nosotros la estiramos hasta el ansia y la opresión. La angustia no necesita causa precisa, no es como la náusea aunque también se nos anuncia con sofocos y sensación de opresión al sur del abdomen. La contemplamos cual si fuera plácida; pero, aquí, amplia, abierta, reconstruida sobre el “uno mismo” que ya citamos y el “sí mismo” que la hace única, es evocación postmedicada, es epifanía musical, madrugada tecnocumbiera, es la comedia de un dolor que es el dolor que fue y que ya no dolerá; porque el signo que provoca e intriga está en el siempre de esa imagen, en el hoy de lo que se nos muestra… En lo esquizoide del tiempo, en el grito neurótico del lugar vivido, en la psicosis ansiosa del ¿quién quiero ser? O del ¿ya fui o es que me fueron?  Perro de monte…
Luego, ¿Qué busca Eduardo Jaime entre las hojas, la vegetación tropical, la arena, los frutos menos usuales de la tierra, aquellos que nutren a los perros salvajes? ¿Qué misterioso ritual le lleva a significar y significarse en cada una de las obras que realiza? Son preguntas que se hace  Jorge Dávila Vázquez.
Me digo: todos nos encontramos interconectados en la creación, no podemos decirnos únicos o auténticamente originales, pues emergemos del mismo terror y pagamos con la irreverencia contra el otro que es la verdad de uno mismo.   Signado como un elemento anárquico, el punto de quiebre en la estructura de estos paisajes generadores es la espiral de vida que se revela en  técnicas particulares y en su postura  artística. Habrá que reírse entonces de lo novísimo y recordar que ahora ya la anécdota no tiene que contar una historia si no que provocar e intrigar al espectador para que surja el cuestionamiento.  ¿Será este el rito?, me cuestiono y  propongo a ustedes resolverlo en la contemplación de la obra de Eduardo. Quizá les pase como a mí y se contagien con el mal de Jaime… ¡ojalá!
"Como cada uno de nosotros era varios nos multiplicamos para el montaje de esta muestra, en total ya éramos muchos." Me dijo Eduardo Jaime en un chat de Facebook, “esto lo he hecho por impulso de Mario…, y de Amaury  y de Antonio…
“Llegar al punto de ya no decir yo, sino a ese punto en el que no tiene importancia decirlo o no decirlo.(...)El sistema-raicilla o raíz fasciculada, es la figura que nuestra modernidad invoca con gusto.(..)En los rizomas existen estructuras de árbol o de raíces, y a la inversa, la rama de un árbol o la división de una raíz pueden ponerse a brotar en forma de rizoma." Me viene a la mente en esta reflexión, otra vez Onfray…
A esta altura el rito es palabra, la palabra es sello y el sello vive lirico:

Animal y piel
sol negro
color y persona

Para que el ave sea piel:
Guaque, Dios te dé,  Aguecova,
Cuque, papagayo chongón,
lechuza ,gallinazo y chauíz,
hornero o ollero como le dicen los cholos según Jaime,
la cuchareta
el cacique y la culinga.

 Para que en el agua
los peces  suenen a sol:
Guaija, Viaje, Chame,
Rapabalsa y el chalaco

Mamífero negro es el Saino
Y tras de él, sobre ellos y con los alados
Van  insectos
Mariposa bruja blanca    
Mariposa ojo de lechuza, nocturna
dicen que son de mal agüero
que traen a personajes como
el Tin tin, auspicia cachos de venados
y cabeza de vaca

Animales y piel
Se cubren del sol negro
Bajo el  Ceibo, el Guarumo, el Beldaco y el  Wasango,
Se pintan con colores de Cascol, Guasmo,  Palo de seca, 
Muyuyo, Guayacan, Pechiche, pigio,
árbol amarillo, cabo de hacha, jigua, guachapelí,
chirigua, matasarna, fernansanchez, palo santo,
laurel de puna, caimito y zapote de perro

Ahí donde cuelgan las colembras:
X, la sallama, la voladora, mata caballo y la bejuquilla
Que nos regalan en color y persona enredaderas
La mata chivo, la  chirimoya, el Palo Garabato
Todo en el alma del
Cerro del muerto, Chongón Colonche y Puná.

Perturbación social a través de mostrar un estilo lleno de símbolos crudos… Eso encuentro en la obra de Eduardo Jaime, también. Porque, “funciona como imperativo categórico hedonista: goza y haz gozar sin hacer daño a nadie ni a ti mismo, esa es la moral. Está todo dicho: goce de sí mismo por supuesto, pero también goce del prójimo…” Esa es la fiesta, ésta fiesta: iconografía muy propia, individualizada,  sobre su noción de lo que debe ser su cuadro; signos iconográficos, mensajes cifrados y animales recurrentes y transformados que materializan lo que motiva su forma de pensar, de gritar su pensamiento, de llorar callado su verdad de niño abusado por el entorno y por su reflejo, desafiando los obstáculos, equipado justamente por el espíritu desafiante que es una terca obstinación. Ahí se fundamenta su expresividad plástica y sobre todo ilustrativa.
¿Autorretratos? En sus figuras, en sus perros de monte y aves que se asocian con el único yo y la persona que los mira. Conscientemente, otorga a su obra ese carácter decidido y directamente irritante de imitar, emparejándolo con la anarquía de los sistemas establecidos. No se cansa de criticar y puyar, la autodefinición del artista ocupa el centro de sus reflexiones: trasfiguraciones y masacre de la intimidad. Etología de sí. Es el sol negro..., donde toda oscuridad es luz..., donde toda luz se come a sí misma... Donde comienza todo fin.
Y vuelve el ansia original  a mí con el eco de Onfray… “El funcionamiento de la angustia es simple: todo aquello que se le resiste debe morir, volatilizado, aniquilado o, más sutilmente, integrado, digerido, asimilado. (...) Como las sobras de una comida fosilizada, mineralizada, esos ecos de la prehistoria permanecerán siempre en nuestro sistema nervioso." O sea, La escultura de sí por una moral estética. “Lo angustioso es un festín orgiástico donde los miedos agazapados gatean a ojos cerrados dentro del túnel de la memoria…”
El transito onírico desde la piel hasta el lienzo, captura todo referente consciente para que el espectador leyendo cree una interpretación que magnifique la intención del autor... Eduardo Jaime no logra solamente eso..., nos abre una ventana secreta a los sueños suyos que nos invita a asomarnos a los sueños del Zapote de perro...




jueves, 30 de octubre de 2014

Sobre Precipicio portátil para damas, de Adolfo Macías Huerta, texto para ser leído el 23 de septiembre en Libri mundi de San Marino Guayaquil.


msn desde el 0998727038 de JC Cucalón
al 0997339408 de Adolfo Macías

Acabo de terminar tu precipicio
Me he reído harto
Sin importarme que los viajeros
En el Quitumbe
Me escuchasen…
Se me encogió la glotis
E hipeé dejando correr
Unas pocas lágrimas
Y no me importó que  se dieran cuenta
De mi intento por disimularlas…

Texto y personaje están servidos…
Salu,
Jc

Esto, obviamente, fue el primer resultado vibrante, honesto e inmediato, al cerrar el libro… en un escenario típico de película de FerzanOzpetec: cargas de emoción hilarante y desconcierto en gran terminal de viajeros…  Corazones que se trasladan, emociones que regresan de donde nunca pudieron llegar, miedos que nos hicieron, más de una vez, perder el boleto…o, romperlo y decirnos: No, no quiero… Y, aun así, terminamos un día por embarcarnos en esa o en cualquier otra Terminal hacia un destino que respondió al derrotero de los otros, de aquellos que nos completan… 
Así es como, desde que cerré el libro, me llegó una intuición con sugerencia que me decía: todos llevamos un poco de Delfín Tonato en el cuerpo o en el alma. PPGG, me clasificaron un día, eso me unió más a este protagonista  que en el primer capítulo le dice a su madre: Lola, Me avergüenzas… eres digna de un artista  PG, porno gore…  Y entonces, la historia me enganchó porque a mí me tacharon de porno polítical glam gore… Que seguramente avergonzaría muchísimo más a Delfín.  De ahí en adelante las coincidencias siguieron apareciendo y comencé a sentir una sensación de metamorfosis, me transformaba, aun no sé si en el la voz narrativa o en el mismo Delfín o, al menos en una versión muy personal, propia, de ambos… Me topé con expresiones que yo supe desde siempre que hube dicho alguna vez o que me quedarían precisas en esta boca gore que tengo, cosas como…: Soldados de la guardia presidencial vestidos con atuendo republicano que lucía como utilería de kermes en esos longuitos miserables…  O, esta también: Honradas cantinas de pisos trapeados, con olor a trapiche, orina y serenidad espiritual … O la que siento infinitamente cercana,  mía…: Tener que enfriar mi indignación filiar con una Pilsener…  Y también cualquiera de un sin número de expresiones del nuevo refranero popular punk neo gore vanguardista del Quito de ahora  que se ha quedado sin cordonazo de Sanfrisco.  Nadie sabe si el cordonazo se lo debe al de Asis o al San Francisco Javier… Total, como dice Tonato… “hay caritas que se prestan”
Y, nuestro querido protagonista, admirado por su desparpajo poético por el grupo de niños terribles de la ciudad se quedó adherido a mí y ahora pugna por hacerme a un lado…  En la página dieciocho  da un empellón en la estrechez ardiente de la vagina de su novia Clarita y gritando obscenidades en las que mencionaba  dioses de la antigüedad lo veo aparecer ante ustedes: musculatura de cielo, semen de los ahorcados… Mártir en el potro de los tormentos… Eres tan deseable como la burra del profeta…, dice.   Pobre Clarita…, digo yo…

Qué va a ser pobre, esa era su sensación desde niña: estar haciendo mal las cosas, la de no dar la talla, la de ser fea o tonta... Aunque, tú, Macías debes creer que mezclo en Clarita a María Angula y a Rosa Guanoluisa, el único amor de mi vida, porque me cuidó en mi infancia solitaria… que vas  a saber… A ver y,  ¿por qué no voy a querer a Lola?  Porque no pude querer a mi hermano Favio, y porque me es difícil asegurar que quiero a alguien… Yo a ti recién te conozco… A ver, Yo soy Delfín Tonato Endara, alias DelfinTonatusExcelsior, el tumbalocas… Poeta PPGG ¿De dónde sacas que me conoces y que puedes contar mi historia? Habla, Clarito…
Sabes que este  Cucalón  ya medio me dijo algo de vos… Que eres bien laureado, que eres sicoanalista  y que, más claro, te deje en paz porque me estás haciendo un favor contándole al público,  lo contable… y, ¡que!, ¿hay que hacerle caso?       Que en este Precipicio rescatas una serie de formas verbo coloquiales, porque así, bien elegante habla don Cuca, para instaurar un nuevo refranero en las voces de los jóvenes quiteños, dice…, en parangón con la truculenta historia de María Angula y su caldo de tripas... Que a mí me suenan a cursilerías y lugares comunes como eso del Favio muerto: “Hijo modelo arrebatado por la desgracia”  versus “Yo soy el chico gallina, cucú, mi cresta es un labio vaginal y mis huevos son dinero frito” ahí sí sueno Yo. Y tampoco estoy de acuerdo con que dices que “chicas más bellas podían ser mis amigas, pero nunca se habrían acostado con el…”  Tú qué sabes, loco...
Y lo que yo subo o subía, para no emputar a Cucalón, a mi blog  “Literatura y Venganza”…, eso, también es cosa mia…  Para que sepas yo si tengo un séquito de “monjas kamikazes” y me las llevaré cuando me vaya… La mayoría no son mujeres para anarquistas como yo… Yo soy un escritor transrealista, en eso sí te doy la razón… Por eso es que cuando yo tengo sexo no hago el amor, me voy de Faena como en la Fiesta Brava…Además yo se que tú hubieses querido darme tu tratamiento, sicoanalizarme,  por el grave trastorno de personalidad que dices que sufro… pero de haberme curado, loquito, no tenías novela… Clarito… Otra cosa… que también se cuestiona don Cuca, ¿y vos, cómo sabes que la Clarita me puso los cachos con esos manes en el asiento de atrás de ese trooper viejo?  Fueron siete, te aclaro, siete,  como los brazos del candelabro de Sion… por eso terminé escupiendo a Dios en la cara y abrazando el evangelio de alcohol… Hasta ahí. Nada de el “extravío emocional” por esa loca con carita de vaca cristiana… No, man…
Pero, óiganme bien, lo que es cierto a carta cabal es lo del “embarazo clónico”  que titulé “El ano babeante”  y que está  transcrito casi fiel…y se publicará   póstumamente en “La sonrisa vertical” porque esa man ni su familia jamás leyeron más que la etiqueta de sus calzones…, zorra analfabeta… y, hasta ahí, el primer libro que para que,  bro, sí me gusta, con sus desajustes y sus ficciones pero esta entrador… Lo que está del pugtas  es lo del Hombre lobo en Guapulo… ahí sí soy el Excelsior vivito… y la aventura psico sexual, buen enfoque y originalidad, más del pugtas que el Horacio Cane de CSI Miami.  Ahí le entras de lleno a lo policial que me salió por los genes de la Lola Endara y que solo por no poder hacerlo gil al Teniente Lugo es que le fregué  la investigación… Y, ves cómo se la cruce a mi madre para que la man se llevara el crédito… Sabes que en el fondo, si la quiero…  No como el fumón  tránsfuga de mi padre que me mandó de rehén al chulquero… como la  prenda divina… Ya… Frio man… esas cosas no se dicen pero que te quedó  bonito, te quedó bien… Ahí sí, de acuerdo con Cucalón…
Y te la juegas con eso  del CCI… donde trabaja mi madre, la Lola, en la CCI  como si  vendiera jabones  y velas a la entrada de KFC… bien. Es que sí te manejas tu humorcito medio como de niño rebelde… Chiugta la CCI, Comisión Contra la Impunidad como si fuera yo hijo de la Elsie Monje… Triple B para ti… Bien Bacán Bro…  El caso de la peladita violada en la bajada de Guápulo le hizo un buen entremés a mi historia, sí es interesante, mantiene al lector a la espera… con eso del Negro albino y los perros y el cabo gil, el coronel corrupto, el mariconcito medio hermano del Albino que resucita en el hospital  como si fuera alucinación mia… Todo Chévere en ese segundo “libro-lobo”… Todo mezclado con las escenas del Godzila junto al Maple…, ves como yo también se mezclar la realidad real con tu ficción… allí donde atiende esa man,  la fea sensual, la de la amarga virginidad, que maneja muy bien su dignidad ofendida como el Mayordomo Stevens en “Lo que queda del día” pero que por eso mismo  nadie la emplea sexualmente  debido a su moral intachable y sus nobles principios, ja, ja. Me ganaste…
Y, los que ya están leyendo este “Precipicio, que  me suena raro, ¿por qué le pusiste así?  Don Cuca también dice que le suena como a prepucio… Mira tú,  Prepucio portátil para damas… Ahí te dejo un consejito para ti y El Planeta para la reedición. Bueno, que los que están leyendo se disputan entre que soy un personaje Repugnante vs. Maravilloso…, entre detestable y simpático, ¿existirá, pues,  gente así? Que es un logro tuyo de construcción de personaje y de uso del lenguaje, dice Cucalón… Tú, ¿qué crees?  A los dos nos pareció que la nueva versión de María Angula con ese guiño de la seducción invertida del profesor director de mi tesis el MA, Marco Aguilar, está bien logrado… no lo voy a contar ni citar mucho para que el público compre… pero se alcanza una metáfora de alto nivel… y el cuentito se vuelve subtexto y arcano de toda la novela… Aunque el profesorcito ese al final si me  dio un poco de pena, que lo describes como Sheldon Cooper de the Big Bang Theory, dice don Cuca… parece y no parece, lo que sí se le ve es la tristeza… ya estoy hablando como ustedes…, los académicos…
Bueno de ahí ya viene a entramarse el desenlace y mejor no comentar más para no adelantarles al público como terminará mi historia…Que, sabes una nota doc, me ha hecho muy bien contártela, me siento más liviano hablando contigo mejor que con el gil del doctor ese   donde me envió la Lola  y que no sabía quién es Bataille, ese pobre tonto que se ahuevó  cuando le dije que la locura es una actitud sobre la muerte… le dio asco, Vomitar la belleza para tragarla y digerirla de nuevo como las vacas y con sus cuatro estómagos… Cague de risa…
Ahora sí, ya alivianado te dejo otra vez con don Cuca… que tiene unas preguntas para hacerte…
Salu, don Macías…

Mutis en frente del público y vuelve Cucalón…
Texto para ser leído en la presentación de la novela Máscaras Extrañas de Max Vega, el 17 de Octubre de 2014 en la Alianza Francesa de Guayaquil.


2DAMA2
ALFIL Y CABALLO

Una cárcel es la palabra
y su libertad reside en pronunciarla.
Una máscara es el lenguaje
y su develación se alcanza al saber llevarlos…

Este maletínjaula contiene tres secretos… Marilyn, Ken y la presentación de Mascaras Extrañas de Max Vega.  
Debo empezar y terminar esta lectura con poética de arenga y cuadrícula.  Iniciarla porque habiendo esperado a Carmen Vascones para este encuentro  no pudo acompañarnos y como su voz es poesía leo su último con ese justo tono:


LA PIEZA  ES LA OBRA Y TU TRABAJAO
MAX
TÚ MISMIDAD DE ESCRITOR…

EN LA NOVELA HAY ESPACIOS,
CANCHA,
TABLERO Y PARQUE,
AULAS, PIEZAS, CUARTOS,
FOTOS, ENTRETELONES DE PINTURAS,
LIBROS QUE CADA PARTICIPANTE  EN  TU  LIBRETO   LEE,
QUE IMAGINA UNA ESCENA,
GUIONES, VIÑETAS, PERSONAJES.
Y
EL ACOSO DEL JUEGO ENTRE LA ESCRITURA,
LECTOR Y LOS INTERSTICIOS DEL LABERINTO DEL TÚNEL,
DE LAS PUERTAS,
DE MONTAJES Y DESMONATAJES DE LA TRAMA.
QUE COBRA VIDA O ELIMINA LA PIEZA
SEGÚN LA OBSECIÓN DE LA PERSECUCIÓN...
QUE ABRE LA PUERTA A LA ESCRITURA
EN ESE CONVIVIR HASTA ELIMINAR "LA PESADILLA".
LO REAL DE LA LITERATURA:
DAMAS, PEONES Y REYES
RESISTIENDO SER ELIMINADOS POR SU CREADOR.
LA VIDA Y  LA MUERTE  EN  EL  ENMASCARAMIENTO
Y DESENMASCARAMIENTO  DE  LA  MÁSCARA QUE SE APOYA EN LA
PIEL Y EL PAPEL...
         Gracias, Carmen…
Creer o no creer… ¿Qué tienen en común Marilyn y Ken...?  Que ninguno de los dos tiene pene… Ella se llama Juan Francisco Casanovas y el no es anatómicamente correcto…
La credibilidad es todo.  Me lo creo o ¿no? Inclusive a sabiendas de que el texto recrea un universo ficcional totalmente fantástico,  si el autor no es capaz de darnos una narración verosímil, los lectores, defraudados perdemos la fe.  Sí señores, dije Fe, con mayúscula, porque les recuerdo que autor, narrador  y anécdota hacen la trilogía creadora y divina; padre, hijo  y espíritu en rito permanente es lo que los lectores esperamos.  Entonces, creemos…
A Max Vega, lo conocí en mi tercer y último intento de quedarme a vivir en Quito, hace ya un poco más de cinco años, cuando él aun no sabía que lleva el germen de la trilogía creadora en su simiente.  Y es que, ¿saben ustedes que a quien cuesta más convencer de este talento es a uno mismo?  Porque uno quiere creer, pero  como el más verás de los discípulos, uno duda…, uno tiene que dudar como Tomás.   Nunca he yo dudado de la calidad del amigo, siempre creí en el talento del autor, me convenció en todo momento el tono, la prestancia y hasta la arrogancia intelectual de la voz narrativa.  Y de la anécdota…, pues ya lo verán aquellos que compren el libro; y los reto a que descubran qué personaje habla como yo… Por ahora mis felicitaciones a Max y a la editorial que hace que nuestros sueños y ritos profanos les lleguen a ustedes, los merecedores; y, a continuación, el prólogo de Mascaras Extraños  que es mi condumio que le he puesto al sánduche  poético prometido en esta lectura:
  
Leer para Creer
No podía creer la escena que estaba contemplando, cuando el profesor Dimitri Cordero entró en ese apartamento destartalado de la calle Asunción… Una mañana de mayo de 2008 – pocos meses después de la partida de Valentina…  Estas son las tres primeras líneas de la novela de Max Vega…, así comienza.  Y, de verdad, no pude creer que esas mascaras extrañas  llegadas a mi escritorio se convertirían en la novela que hoy tengo el gran placer de prologar. No porque no confiase en la capacidad de su autor  sino, más bien, por  la sorpresa que me generó la primera lectura. 
Hoy ya creo en todas las máscaras y en Vega.  Y las razones, como ellas,  son múltiples:
“Seguramente conozco a quien lo hizo, porque él me conoce. Ahora quiso que apreciara su obra. Sé que no moveré un dedo para encontrarlo, él vendrá a mí, esclavo del ego.” Se dice, Dimitri, el investigador; y esa reflexión ha de llevarnos, por todo el relato, a aceptar que la voz narrativa nos supera en todo y que, por tanto, quisiéramos ser como él.  Como el narrador, digo, pues como en la buena construcción de suspenso, plantea la lucha del ego interno entre los lectores y los elementos formales de esta novela: personajes, narradores, ambientes, atmosferas, tiempos. Todos ellos se cuelgan de la más honesta intriga; pues, como el ilusionista profesional y de mayor experiencia, nos hace creer que hemos perdido la pista cuando la tenemos en frente; no truquea la ocultación con la táctica del prestidigitador barato en feria de pueblo que lleva la paloma bajo la manga.  Todos los personajes son verosímiles justamente porque saben cómo ocultarse del resto, de sí mismos y de la avidez lectora. Seres de tinta y sintaxis que viven verbalmente como en la vida misma: siendo en lo que no dejan ver que son, en sus deseos callados, en sus ilusiones no reveladas, en las ansias y en los sueños.
Samuel Vargas, el doctor Molestina, la señorita Ortega, y los alumnos de la Universidad Humanística sumados a los teatreros de la calle, escritores del anarco cultural grupo literario  La Vulva Rabiosa, conforman las no pocas piezas de una intrincada partida de ajedrez que Vega nos obliga a presenciar y en la que tomamos parte como el timer de cada jugada.  Y los, Chuta, claro, cómo no me di cuenta, se nos salen a cada rato.  Porque en esta novela todo tipo de lector tiene cabida: el literato intelectual tendrá harto referente para discutir, el deportista también, ni se diga de los antropólogos y sociólogos, el arquitecto, el historiador, el crítico de arte, el drogo contumaz y el borrachín de esquina, la actriz ninfómana que mientras encuentra un papel estelar es mesera de fonda con fama, hasta el sodomita seductor lleva su regalo… Todos los que se acerquen a estas máscaras encontraran un nicho para reconocerse, un gesto para entender que uno es también lo que prefiere no ser, un dialogo que algún día debió haber dicho porque existe alguien que se lo merece.  Y es que, no me crean a mí, recuerden que es más importante Leer para Creer, y lanzarse  a esta aventura para encontrar que los hechos narrados fusionan palabras, lugares y seres con la intensidad del drama barroco, con la calidad de los montajes  de Visconti; es decir que, para Vega no es suficiente con crear un buen protagonista o apoyarse en una voz narrativa cautivadora, ni recrear un Quito ficcional tan verosímil que supera al de la realidad real; Vega se da el lujo de reinterpretar la psiquis de sus personajes en los ambientes que los rodean, ajustándolos ambos a los tiempos precisos que se requieren para crear atmosferas de acción contundente, para muestra este botón:  “En medio de la nave central del Mesón se quedó con la mente aletargada, el lápiz entre los dedos y un vértigo lacerante, las paredes levitaban mientras ella se mantenía indemne en el punto más bajo de un abismo en forma de espiral ,cuya fuerza de gravitación demolía su cuerpo para, al término de un tiempo indeterminado, la reconstruía, por desgracia, con la misma forma. Había quedado inmersa en un laberinto auto impuesto…”
A leer pues, si quieren saber quién ha vivido esta experiencia, si quieren conocer El Mesón,  si les interesa adónde lleva el laberinto y si todo esto existe.
Sí, Máscaras Extrañas es una novela que equilibra congruentemente  propuesta y subtexto con sus elementos de forma: Sus muchísimos personajes no son excesivos ni gratuitos, se construyen en la cadena de los hechos que describen, están allí por necesarios no por decorativos; sus diálogos retratan nuestra cultura en sus espacios que copian una realidad en la que la ficción perdona al asalto brutal o al secuestro express.  La dosis de protagonismo en sus personajes es la ilusión mejor lograda, y por esa misma razón los invito a la investigación lectora.  Desenmascaren a diestra y siniestra, sin temor pero tampoco con mucha esperanza, transiten los oscuros pasajes del frio calculador que Vega les propone elegante pero desvergonzado, cultísimo pero perverso, sarcástico e irónico pero, afortunadamente, sin ninguna intención de reivindicar géneros, ni  clases, ni etnias, ni siquiera su propio discurso o la intención del narrador que se nos presenta en el penúltimo capítulo.  Sí, señores, Máscaras Extrañas  es una novela doble,  de doble vía, de ida y vuelta, de múltiples carriles, casi una autopista de alta velocidad donde el que se duerme cae a un abismo acolchonado al que, como dice el protagonista...: “Entonces volveré a buscarte. Y te encontraré de nuevo. La daga de orejas te aguarda. Siempre intentaré acabar contigo” Y recuerden que como en el catecismo, para Creer hay que Leer.
Entonces, embriagados de Fe lectora les pido seguirme hasta el cierre con una oración y bienaventuranza:
Cada hombre lleva su propio desierto civilizado, isla de sí mismo donde ha naufragado, dijo Henry Miller en su Big Sur y las naranjas de Hieronimus Bosch.  La felicidad, relativa o absoluta, es ajena a la cuestión, continua; porque detrás de todos encontramos siempre a un animal encubierto y encontrar la máscara perfecta es nuestra obsesión más profunda.
Esta noche como Malicio el del País de las Pervertidas he venido a ayudarles a conjurar, si me acompañan en la oración final,  el deseo preciso que les llevara a descubrir su más preciada obsesión.


Plegaria a San Malicio el del país de las Pervertidas
Patrono de la máscara precisa.


La vida es la pista donde actuamos todos
Estrellas, magos, trapecistas, domadores de tigres y bailarinas,
Encantadores de serpientes, mujeres barbudas, hombres de goma y siameses
Cantantes populares, pintores, poetas y payasos.

Antes que se deje caer el último telón
Después de que se acalle el eco del más tímido aplauso
Recuerda que eres tú el dueño de ese circo
En que reír nada cuesta, la ilusión es plato barato
Y el placer lo sirven con leche dorada

Hoy frente al fuego prometo que si ofrendas tu máscara
Renovarás una función más del espectáculo
Que capturará un público nunca antes visto
Atento, emocionante y generoso

Hazme caso y…
No temas exigirle al universo  lo que te mereces,
Camina conmigo, convéncete de que todo es tuyo
Porque todo es nuestro.

Ahora, en silencio invoca tu deseo, haz tu promesa


Súbete a tu escenario de tablas lustradas
Por el sudor de los amores compartidos,
Para que en tu vida y pista la arena de la envidia
Resbale y se deshaga en sal y sangre
Que solo para las almas generosas  son dulce y vino

Conjura conmigo,
Repite convencido
Yo soy un ocaso majestuoso bramando sobre los océanos
Derrochando jugoso el gusto divino
2DAMA2
ALFIL Y CABALLO
2DAMA2
ALFIL Y CABALLO

Para todos y todas,
MASCARAS EXTRAÑAS
Que así sea.