lunes, 11 de mayo de 2009

Presentación de "Tratados de ociología"

Tratados de ociología, Por Javier Lara Santos.

He llegado tarde a todas mis citas hoy. Hubo un par a las que ni siquiera atendí, no las cancelé ni las pospuse, tampoco las había olvidado, las dejé, simplemente, de lado. No tengo justificación a más de que no me dio el tiempo, pero eso no tiene importancia, no es relevante. Lo que importa es que no llegué nunca y tendré que inventar una excusa, por vago:

El Falo vago o, mejor, la vagancia que causa el falo
¿Qué serafín de llamas busco y soy?


Resultaría fácil si pudiese contestarme con la verdad, No me dio la gana de llegar. No tengo cabeza para trabajar ahora, necesito un aliciente creativo, compartir mis angustias con un amigo, pero, eso ¿ayuda? Si pudiera pedirle a los Santos que me arreglasen la agenda, si hubiera quien fórmu Lara magia que borrase los olvidos y las postergaciones...
No, no necesito esoterismo mágico, suficiente con ser amigo del autor de estos Tratados ¿me perdonará Javier Lara con sus Santos? Claro, siempre y cuando descubra eso de la fórmula para librarse de la impuntualidad y las irresponsabilidades... La vagancia, mijito, no significa lo mismo que el ocio, decía mi abuela. Cómo me gustaría decir que fui encantado por la carga simbólica del título: "Tratados de ociología", pero, Eso de las casualidades es tan solo otra mentira de los mentirosos, diría. Así es que deje de tocarse la pirula que eso tampoco es ocio.., me aclara ella en el recuerdo. Estas memorias han sido imposibles de borrar, y han vuelto fácil a mi leyendo los tratados, contratados en seis cuentos delatores: 4 de l4 t4rde, El festín, Buddy, Zona, Las fauces del dragón y Albur..,
Es así como se obligan, se empujan las voces. Ven, lo que yo he tenido es pereza de hablar. Sí, una vagancia de Falar. He allí la diferencia: a la vagancia la causa el falo y al ocio el Falare. La palabra que, si mal no recuerdo, es el ser de todas las cosas, pues, En el principio fue el Verbo. Y es que si yo “falo me defiendo solo”. Como el viejo don Eloy, de las 4 de l4 t4rde que, hablando de su gaver podría decir, Lo tengo muerto en vida, ¡pero aun me queda la lengua! Y lo haremos, el viejo y yo, Porque, en realidad no se sabe si todo el escándalo suicida sea cierto, a todos nos quedará el beneficio de la duda. A las cuatro en punto con tres segundos y de ahora en adelante, nos arrobaremos el efecto Tchaikosart: dos genios fornicando.
Casi todos los mamíferos, dice Francisco Umbral, menos el hombre, disfrutan o viven oralmente de su falo, quizá de allí vengan todas las homosexualidades: disfrutar del sexo de otro para ser vicario del propio. Es entonces cuando el falare y el falo se conjugan ya sin ocio, digo yo, pues los adultos que creamos con la palabra blandimos un falo/daga que imagina por si mismo. Nuestro falo/falar tiene imaginaciones que la imaginación estándar ignora. De ahora en adelante, les ruego, para no afectar susceptibilidades, aceptar el concepto falo como dijo García Lorca, el serafín de llamas que busco y soy, como la palabra que me recrea y me mantiene vivo porque no la encuentro. Esa gaver de don Eloy que es, también en boca de Lara, la Alianza de las lenguas.
Umbral también nos aclara el enigma de la feminidad de la gaver que plantea Lara, Cómo pueden decir, muerto en vida, si se trata de La gaver, no el gaver. Pues bien, en el inicio de todas las verdades está lo femenino, en lo mujer y, es así como existe, muy a pesar del macho, la mujer fálica. Cito a Umbral, No es lesbiana, es la tradicionalmente masculina, narcisista y masturbadora, fálica. Al castrarse parcial y simbólicamente, la mujer fálica llega al límite del feminismo enigmático. No ejerce la fecundación, no descifra su propio enigma, pero lo destruye.
En el cuento "El festín" hay una, Orgía multiétnica, todos contra todos, las lenguas entremezclándose en un solo lenguaje, anti-babel de la carne.., culebra humana de gemidos.., amarrados como perros, vulgar pero posible... Lara nos enfrenta a la realidad del multifalo. Pues, solo los erotismos orales funden todos los conocimientos en uno... El hombre vive desgarrado por la excesiva distancia que la evolución ha establecido entre sus dos vías más profundas de conocimiento directo del mundo: la oral y la sexual. Y, cito, El hombre desgarrado por la separación ha dado técnica, deporte y artes, como superestructuras para cubrir y amenizar la superficie plana, lisa y sosa que va de su boca a su pene.
Así, llegamos a Buddy, el barrio de los guapos del barrio, donde se habla de las Crónicas de Antinoo, donde se gesta la nueva nación de superhombres gay, donde se contesta por teléfono si, ¿está listo? ¿Listo para qué? Para Buddy, claro. Y la voz narrativa, atrapada en su falo/falar/ falare, del que no entiende nada, pero le resulta tan alucinante que dice gracias.., se queda ahí sentada en la sala, fumando, aun aguardando este desenlace, esta situación absurdamente inevitable.., ¿Surreal? Para Bataille, el surrealismo es un erotismo en su Historia del ojo, es un constante retorno al gran masturbador. Es, como dijo Quevedo, Uno que vive amancebado con su propia mano. Sin duda postmoderno y postmasturbado. Y se queda solo.
Solo como en Zona, Solo y perdido, pero no era la nube oscura en el cielo lo que lo angustiaba, ni las hojas gritando con el viento como un caballo invisible y furioso, era algo más, era su soledad, su propia soledad lo que le molestaba y le daba miedo. Así, la magia del falo funciona cuando funciona, como la magia de la prosa, y da paso al falo/lumpen, que poco tiene que ver con el lumpenproletariat de Marx, quienes se marginan de los procesos de explotación y producción para vivir. No, el falo/lumpen es el que ha tomado conciencia de las represiones y convenciones sociales, del economicismo sexual que le ignora o degrada y, entonces, decide actuar como un cuchillo y como una flor, como nada en la vida. Es el falo marginal que busca la libertad en el falo/obsceno.
Y, sigo en Zona, "Eran gemidos de hombre, y eran dos, los dos peruanos estaban follando a dos metros de él.., y se coló el gemido, esta vez sí, de la mujer y comenzaron a hacer un trío..." El falo/falare, es solamente obsceno en los contextos obscenos, luego, la obscenidad está en los demás. ¿Es el falo pornográfico?, escuchemos, "Comenzó a tocarse la pinga, comenzó a acariciarse los testículos, y la cabeza del miembro, hasta que se le puso tan dura como un tolete, tan delicada que no le traía el suficiente placer, decidió armarse de valor y meneársela con más fuerza; así, mientras los gemidos seguían, los ojos de Ernst seguían clavados en esas nalgas azules que se movían como un barco cadencioso en alta mar. Estaba excitado y aterrorizado a la vez." Claro que existe la palabra pornografía, ¿nos llegaron los ecos? Existe en la medida cínica que da lo que deja de ser deseado para ser contemplado. La pornografía, dice Umbral, la da el cinismo, y el cinismo lo da el distanciamiento. Pornografía y obscenidad, digo yo, son cosa de gente saciada. Los hambrientos de sexo, encontramos el falo sagrado, la vagina sagrada, los cuerpos sagrados y gloriosos. Además, la obscenidad es la Epifanía de lo natural, que el intelectual detesta porque está y es en la Historia. Por lo tanto, el Falo/falar es inocente.
Con este increscendo nos llegamos en estos Tratados de ociología al lugar sin retorno en el que he dejado atrás mi vagancia, los trances esotéricos, toda pereza genética sacudido por la voz de mi abuela, y llego.., "Allí desde donde un joven se hubiese podido lanzar hacia la noche con todos sus colmillos bien puestos".., verán que aquí estoy, otra vez, citando a Lara, "A fornicar con los humanos, como sirenas salvajes, peces de vagina." El falo nos vampiriza porque debemos mantenerlo siempre presente por miedo a perderle y a olvidar que aun tenemos culpa. Salvador Paniker, dice, Quiero no ser distinto de mi cuerpo. Quiero no tenerle miedo a mis enfermedades. ¿Qué diría de esto Tito, el del Albur, Javier Lara? Quizá su palabra/falo y la de la voz de ese cuento se transformarían en el falo/falare gigante y ortopédico como de un lisiado.., te cito, cara a cara.., "Reticencia a la existencia.., la construcción de una Torre que lo hacía necesariamente esclavo y desgraciado, o irónicamente insignificante, como a la mayoría de los demás hombres."
Al corazón, solitario músculo mecánico, se le atribuyen todas las emociones y erecciones que son puramente fálicas. Te lo digo de corazón, decimos cuando queremos decir... Tengo el corazón en la boca, cuando se nos atora el falar, la palabra. El lenguaje corazonal es realmente falo/vaginal. ¿por qué la humanidad, bajo cualquier cultura o religión, no soporta el falo?
Al verbo que es Dios, falar, falare, liberto falo le he sentido un saborcillo a sweetlumpen. Gracias don Javier Lara Santos por estos Tratados que como el falo en su grandeza permanecerán por que son prehistóricos.


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