En el marco del homenaje realizado a Jorge Dávila Vázquez entregue esta carta para ser leída en ausencia, Salu, Jorge...
jueves, 30 de octubre de 2014
En el marco del homenaje realizado a Jorge Dávila Vázquez entregue esta carta para ser leída en ausencia, Salu, Jorge...
Las Agujas…, cosen y también
descosen…
En el principio fueron espinas
de hueso
que sobre el desierto de nada y silencio
empezaron a unir anhelos…
Y Dávila dijo: Que haya firmamento…
Y yo firmé…
A esto me atrevo luego de no
poder llegar en carne y hueso… Empujo un halito de admiración y aprecio como
fino rocío vespertino y trato que el Performance prometido cobre materia en el
sonido de las palabras que dieron alma a las agujas…
Tras la cortina, bajo la sabana
reposa la pena y, aunque no te guste, ya toca hablar de Aparecidos… Apariciones
como esos recuerdos propios que se leen en las memorias de los otros, esas
visiones de uno mismo que Jorge Dávila derrama en sus textos, con lo que me
enseña a escarbar en el olvido, herramienta exclusiva de mi memoria…
Así, regreso de morada a la fría noche y agradezco por la
Voz de Magda…,
Solo espectros… mundos imaginarios y…
Mi abuela Conchita a sus 101 años: Ya no teja…, le decía el
médico, si ya no puede ni ver, se va a
dañar más la vista… Sus ojos deben descansar.
No me haga reír doctor… Mis ojos descansan muy bien, ¿no ve usted que yo tejo con las
manos? ¿Aparición desde el olvido o emoción que corre con el brío de palabra
poética que es el lugar donde habitan las costuras de todas nuestras historias?
Y sigo leyendo a Dávila y me cuelgo del…
Pobre Alejandro…, en este caso yo… Abrazando a mi abuela: Ya mamita
querida mía… Ya, déjala no más que no duele… Déjate ir… que te esperan… Deja,
deja… Y llegó la huesuda, llegó el índice… Llegaron. La huesuda, su índice y la
memoria ficción nos tocó a los dos y luego a ustedes y a todo el que se atreva. Yo no creo en casualidades, ni en piñas
milagreñas… El galillazo se hizo risa y
el cronista se lo contó a Jorge…
La luna, el vampiro y el lobo…
Linda noche, asómese amigo quizá tras el cristal desde donde los miro el cuento
no está escrito, es un compañero de viaje a través de oscuridades de la
naturaleza del hombre que Dávila ha decidido compartir por siempre… Y lo
escucho diciéndome desde el texto: Jurado
tantas veces, don Juan… Dime Juan Carlos, le propongo y me replica: De los
versos hermosos del señor Carlitos solo queda el vuelo mágico de las mariposas,
intacto. Y me erizo…, porque sé que implacable, navego por la sangre hasta tu
corazón Clark Kent para oponerme a tu boda con Louise Lane… no conozco a la
Portarini pero te lo juro por El Dante que serás vampiro O negativo por morder
bella B positivo huyendo del Polifemo que soy y solo te he prometido la
eternidad… Libro, Lope, Margarita… Me
quiere, no me quiero. Ángel. El viento, dices, pero sabes que pasa un ángel. Y de las páginas secas gotean lágrimas
negras como Cenizasincompatibilidadgóngora.
Así, como ser la cuchara del mal
de la olla, atrevido grifo, vuelo nocturno y siempre vuelvo a los sueños que he
leído. Abro los ojos con dificultad, es
por tanto rímel, y… Veo un unicornio.
No te llamé, estabas ocupada twiteraturizandome, flor del viento Inútil. Hecho
de sombra y sueño, llevo siglos enfrentando fantasmas. Y, ahora convencido por
el discurso de Jorge Dávila Vásquez me
atrevo más, dejo la ventana tras de ustedes y me voy tras la suave sombra de
Laura a arruinarle la boda a Superman…
¿Juegas con las palabras o ellas
juegan contigo? Sigamos cantando los que no creemos en sentimientos, aquellos a
los que todavía nos arde el dragón tatuado en el pecho… Gracias Jorge ya no
lograré despertar de mis pesadillas… Y, perdona, ja, ja! La admiración se
parece tanto a la envidia que te lo he robado todo para homenajearte…
¿No puedes poseer la hermosa
flor? Destrúyela.
Con mi afecto por el poeta, el narrador y el amigo,
el abajo firmante,
Salu,
Juan Carlos Cucalón del Campo
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